La leche y sus derivados: alimentos súper nutritivos

La leche y derivados son un grupo de alimentos importante para los niños ya que contienen gran cantidad de calcio que ayuda al desarrollo de los huesos.
La leche y sus derivados: alimentos súper nutritivos
Marta Guzmán

Revisado y aprobado por la nutricionista Marta Guzmán.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 abril, 2022

La leche de vaca tiene diferentes derivados, todos ellos, con muchas propiedades nutricionales. Durante los primeros meses la leche  materna y de sustitución constituye el principal sustento alimenticio del bebé.

Más adelante, con la incorporación de nuevos alimentos, la leche y sus derivados siguen teniendo un papel preponderante. Estos se pueden incorporar en forma de yogur, leche o queso.

En el presente artículo pretendemos hablarte sobre la leche, sus propiedades, y 2 de sus derivados más nutritivos y recomendables en la infancia.

La leche de vaca

La leche de vaca suele ser la más utilizada, pero también son de consumo humano las leches de cabra, oveja o yegua. Se trata de una alimento con un gran aporte nutritivo, en el que cabe destacar las proteínas y vitaminas liposolubles D, E y A.

Además también es apreciada la presencia de minerales. Sin duda alguna, es una de las principales fuentes de calcio, imprescindible en la formación y el fortalecimiento de huesos y dientes. Contiene además mucho sodio, fósforo, potasio y azufre. Algunos expertos plantean que puede considerarse como un alimento casi completo.

A día de hoy, las presentaciones que se pueden encontrar en el mercado son muchas. Destacan la leche fresca y la pasteurizada; ya sean enteras, semidesnatadas o desnatadas. Otras opciones son la leche en polvo, la condensada o la evaporada.

A partir de la leche de vaca, y mediante distintos procesos, se obtienen los conocidos derivados lácteos. los derivados de la leche de vaca ideales para darles a los niños podemos citar.

  • El yogurt.
  • El queso.
  • La nata y la mantequilla.
  • La cuajada, las natillas o los flanes.

Los dos primeros se consideran buenas opciones para ofrecer a los más pequeños. El resto, por su composición nutricional y posibles ingredientes añadidos, es preferible que formen parte de la dieta de manera ocasional.

A continuación, te hablaremos de los nutrientes y beneficios del queso y el yogurt.

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El yogurt

El yogurt es un alimento probiótico que incorpora al cuerpo microorganismos vivos que inciden de forma positiva en la salud.

Se produce gracias a la acción de ciertas bacterias que se le añaden a la leche de vaca y que siguen vivas en el producto final.  Mediante un proceso de fermentación las proteínas se coagulan y parte de la lactosa se convierte en ácido láctico.

Toda vez que estos microorganismos ingresan al cuerpo contribuyen con el mantenimiento y la renovación de la flora intestinal, y la reducción de las inflamaciones abdominales.

El yogurt resulta un alimento ideal contra el estreñimiento, estimula las defensas inmunológicas del cuerpo y fortalece el sistema óseo.

Las mejores opciones para ofrecer a los más pequeños son los yogures naturales sin azucarar y sin otros ingredientes añadidos. Además también se pueden consumir kéfir o yogur griego natural.

 

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El queso

El queso es el resultado de la coagulación de la leche toda vez que se le añade cuajo o cualquier otra sustancia que posibilite que esta se “corte”. Se fabrica gracias al prensado de la masa blanquecina resultante, durante varios días, meses o años, según el tipo de queso.

El queso tiene todas las propiedades de la leche, pero más concentradas ya que posee una menor cantidad de agua. Por este motivo puede ser una buena fuente proteica, de vitaminas y minerales, si bien la presencia de grasas también es mucho más elevada.

Entre los más adecuados para ofrecer a los niños se encuentra el queso fresco, requesón o un poco de quark. En cuanto a los quesos maduros, deben formar parte de la dieta con moderación y en cantidades más pequeñas.



Qué más tener en cuenta sobre la leche de vaca y sus derivados en la dieta infantil

Por su gran aporte de nutrientes, su digestibilidad y su buena aceptación por parte de los pequeños; la leche y sus derivados son grandes aliados de una dieta saludable. Sin embargo a veces su introducción y su uso generan algunas dudas que intentaremos resolver.

  • En cuanto al tipo de leche es preferible ofrecer leche entera a los niños hasta los dos años. Los alimentos con más calorías son perfectos para cubrir sus demandas de energía elevadas con su estómago más pequeño. Asimismo la presencia de grasa favorece la absorción de las vitaminas liposolubles.
  • A partir de los 2 años se puede pasar a los semidesnatados.
  • Como fuente de calcio, se recomienda que los niños tomen de 2 a 3 raciones de lácteos diarias (según la edad). Un consumo más elevado no es recomendable pues puede desplazar la presencia de otros alimentos sanos y necesarios.
  • Hay que prestar atención a las etiquetas de los yogures y lácteos elaborados, también los especiales para niños. Estos pueden traer ingredientes añadidos no necesarios como azúcares, aceites, aromas o colorantes.
  • Se sabe que la fermentación de la leche disminuyen los niveles de lactosa. Es por ello que los yogures y el queso pueden ser una buena opción para los niños con intolerancia a la lactosa ya que pueden ser mejor tolerados. En el caso de los quesos, cuanto más fresco más cantidad de lactosa tienen.

Recuerda que la leche de vaca se puede introducir en la dieta infantil a partir de los 12 meses. Los yogures y el queso fresco son aptos a partir de los 9 meses en pequeñas proporciones.

Cómo ofrecer la leche de vaca a los más pequeños

Si a tu hijo le gusta el queso no dudes en darle algunas porciones para que lo coma en las meriendas o desayunos, tanto en casa como para llevarlo al colegio. Se puede introducir en un bocadillo o bien acompañar de fruta fresca o frutos secos.

También puedes servirlo con otros alimentos e integrarlo dentro de un cúmulo de platillos como las ensaladas, las verduras o las tortillas. El queso fresco y el requesón también combinan bien con fruta, miel o compotas.

El yogur es un alimento adecuado para el desayuno en casa o para comer como postre. Si se quiere dar un toque dulce u ofrecer un plato más completo se pueden añadir frutas, cereales de desayuno, copos de avena o miel.

El resto de derivados lácteos como el flan, las natillas, yogures líquidos, etc, es mejor evitarlos o consumirlos en ocasiones especiales ya que están llenos de azúcar, lo que contribuirá a que el niño tenga sobrepeso y/o caries.



Ofrece leche de vaca y lácteos variados a los niños

La leche y sus derivados son alimentos completos y aptos para una dieta infantil saludable. No solo aportan un amplio abanico de nutrientes, sino que también son muy versátiles y bien aceptados entre los pequeños.

Ahora bien, es importante destacar que tampoco se trata de alimentos imprescindibles y que su valor es mayor cuando se ofrecen en el marco de una dieta variada donde estén presentes el resto de grupos de alimentos.


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