Al dar a luz, lo único que desea una madre es poder tener en brazos a su hijo. Tras nueve meses de espera y tensión, lo primero que se le pregunta a los médicos es si el bebé está sano. Para eliminar posibles dudas, minutos después del parto se suele examinar al recién nacido y se le somete al denominado: test de Apgar.
El personal sanitario lleva a cabo esta minuciosa evaluación. En ella, se realizan una serie de valoraciones para descartar posibles problemas de salud en el recién nacido. Sin embargo este control es completamente rutinario y normal: no causa ningún problema al bebé, ni se hace de forma excepcional.
¿Qué es el Test de Apgar?
Los primeros diez minutos de vida del bebé son críticos. Por eso los médicos realizan inmediatamente el test de Apgar, un examen rápido del estado de salud del recién nacido.
Se suele llevar a cabo al minuto, trascurridos los cinco minutos y, en ocasiones, pasados los diez minutos. Mediante este proceso se evalúan cinco parámetros, en los cuales, cada factor tiene una puntuación de 0 a 2, que será sumado para formar la puntuación.
- La respiración.
- El pulso/ la frecuencia cardíaca.
- La actividad/ el tono muscular.
- Irritabilidad / respuesta refleja.
- Aspecto o color de la piel.
El test de Apgar inicial sirve para conocer cómo ha tolerado el niño el proceso de alumbramiento. El complementario, por otra parte, indica la adaptación del bebé a la vida extrauterina. Este último se considera el más relevante. El examen constituye una herramienta fundamental de la neonatología.
Si la puntuación oscila entre siete y 10 significa que el bebé ha realizado correctamente el proceso de adaptación. Si el resultado va de cinco a siete, el niño ha sufrido una deficiencia de oxígeno durante el parto. En ese caso, se le deberá aplicar una fuente cercana de oxígeno.
Muy pocos bebés obtienen puntuaciones menores de cinco. Generalmente, solo ocurre con prematuros o los nacidos por cesárea de urgencia. También hay riesgo si se han sufrido dificultades durante el parto o existe la posibilidad de padecer problemas respiratorios o cardíacos.
Criterios a valorar
- Ritmo cardíaco. Según los pediatras, éste es el parámetro evaluado más importante del test de Apgar. Si el niño no presenta ritmo cardíaco, se puntúa con 0; si tiene menos de 100 pulsaciones por minuto, le corresponde 1, y si supera las 100 durante ese mismo intervalo temporal, la puntuación es 2.
- Respiración. El esfuerzo respiratorio denota la madurez y salud de los pulmones. Para ello, se observan atentamente los movimientos del tórax al inhalar y exhalar. Cuando el niño no respira, se coloca 0; si su respiración es lenta o irregular, tiene 1 punto; y si presenta una correcta respiración o está llorando, suma 2 puntos.
- Tono muscular. Aquí se considera la fuerza de los movimientos y la flexión de las extremidades del recién nacido. Un bebé tiene un buen tono muscular cuando tiene las extremidades flexionadas y logra movimientos activos, con una puntuación de 2. El tono muscular pobre se percibe en casos de extremidades estiradas y flácidas, cuya puntuación será 0.
- Reflejos. Se trata de la reacción involuntaria del recién nacido ante determinados estímulos externos relativamente molestos. Se evalúa principalmente el reflejo de irritabilidad (llanto, mueca, tos, estornudos o pataleo). Ante una falta de respuesta, corresponde 0; si se presentan muecas y gestos leves, se coloca 1. Frente al llanto, tos o estornudo, se puntúa 2.
- Color de la piel. Esta variable refleja el grado de oxigenación del bebé y varía de acuerdo a la pigmentación del niño. En niños de tez negra se observa el color de las mucosas de la boca, la córnea, los labios, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Si se trata de un bebé de tez blanca, se considera el aspecto de su piel en general y el contraste con el estado de pies y manos.
Procurando la salud del recién nacido
Durante cada test de Apgar, el pediatra valora una serie de características. A cada una se le otorga una puntuación de 0 a 2. La cifra obtenida proporciona un primer conocimiento de la salud del recién nacido, y aquellos aspectos que deben cuidarse para que pueda llevar una vida saludable o bien, con la menor cantidad de dificultades de salud posible.
Bibliografía
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- Hübner, M. E., & Juárez, M. E. (2002). Test de Apgar: Después de medio siglo¿ sigue vigente?. Revista médica de Chile, 130(8), 925-930.
- Apgar, V. (2015). A proposal for a new method of evaluation of the newborn infant. Anesthesia & Analgesia, 120(5), 1056-1059.