Cómo introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo

Introducir alimentos nuevos en la dieta de nuestros hijos puede llegar a ser complicado. Para ello busca nuevas formas de preparación.
Cómo introducir nuevos alimentos en la dieta de tu hijo
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 17 abril, 2022

La dieta de tu hijo es algo a lo que, con mucha probabilidad, dedicas un buen esfuerzo diario. Existen muchos pequeños que son muy selectivos con la comida, prefieren comer casi siempre las mismas cosas y cocinadas más o menos de la misma manera, así que variar la dieta e introducir nuevos alimentos se vuelve un verdadero reto diario.

Esto termina casi siempre por angustiarnos como madres, pues sabemos que los pequeños necesitan de una alimentación balanceada para lograr un desarrollo saludable.

Qué es la neofobia alimentaria

Casi todos los niños presentan, en los primeros años de vida, una tendencia a rechazar alimentos que les son desconocidos, nuevas texturas o sabores. Sin embargo en ocasiones puede ser motivo de un problema más serio, que se conoce como neofobia alimentaria. 

Esta se define como el miedo a probar alimentos nuevos. La explicación puede encontrarse en un tema de supervivencia, como parte de un instinto primitivo. Este respondería a la necesidad de protegerse frente a una intoxicación o a la ingesta de algo que podría ser venenoso.

En general, se considera algo habitual cuando sucede hasta los 5 o 6 años de edad. Pero si se alarga por un período de tiempo más largo puede ser origen de problemas de nutrición e incluso de angustia y ansiedad en los pequeños.

La buena noticia es que una alimentación adecuada puede ayudarlos a superar esta situación. Y que algunas conductas en el momento de introducir alimentos nuevos pueden ser muy positivas para ayudar a nuestros pequeños a probar y disfrutar de las novedades en su dieta.

Expectativas con la dieta

Lo primero que debes conocer son los verdaderos requerimientos nutricionales de tu hijo para que así puedas ajustar las porciones diarias de cada grupo de alimentos. Para mayor precisión, consulta con tu pediatra o con un nutricionista, pues estas cantidades pueden variar de acuerdo a las condiciones particulares de cada niño.

Un problema habitual de muchos padres es tener una idea desajustada sobre las cantidades que deben comer los pequeños. Hay que tener en cuenta que es importante ofrecer alimentos de calidad, nutritivos y variados y dejar que ellos mismos sean capaces de controlar la cantidad según su hambre.

Ten en cuenta que durante el primer año de vida el bebé necesita triplicar su peso, pero una vez alcanzados los 12 meses el crecimiento se mantiene constante pero más lento por lo que la ingesta calórica también baja.

Es importante que sepas también que los hábitos alimenticios no se consolidan sino hasta después de la adolescencia, así que respira profundo porque la tarea de inculcar buenos hábitos en la dieta de nuestros hijos es larga.

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Qué recomiendan los especialistas a la hora de introducir nuevos alimentos

Estos son algunos consejos que la mayoría de expertos proponen para ayudar en la tarea de lograr que los niños con aversiones frente a los alimentos nuevos se animen a probarlos.

  • Ofrece pequeñas cantidades del nuevo alimento, para lograr que lo tolere; con un poco es suficiente.
  • Los alimentos nuevos deben ser los primeros que se presentan en una comida, mientras los niños todavía tienen hambre. Si ya están llenos puede ser más difícil que se aventuren a degustarlos.
  • Sé constante y persistente, es decir, vuelve a intentarlo con el mismo optimismo tantas veces como sea necesario.
  • Haz del momento de la comida un rato ameno y agradable. Si ya vas predispuesta a la mesa, es muy probable que la más pequeña queja genere problemas y malestar. Si el rato de estar en la mesa no es agradable, no lograrás que tu hijo se anime a probar nuevos alimentos.
  • No lo obligues a comerlo todo, si solo le ha dado una probadita siéntete contenta.
  • Presenta los alimentos en forma novedosa. Hoy en día hay muchas ideas para ello.


Sé persistente al introducir nuevos alimentos en la dieta

Ser persistente para lograr cambios en la dieta de tu hijo es quizá lo que más te va a costar, pero no estás sola en ello, casi todas las madres pasamos por eso.

Así pues, resulta que la mayoría de los niños sienten aversión por los alimentos nuevos. Sin embargo se ha descubierto que si se da de manera seguida y frecuente el mismo alimento, por al menos 8 veces, es mucho más probable que el pequeño gourmet se aventure a probarlo y termine gustándole.

Evita entonces sentirte frustrada antes los berrinches de tu hijo y ofrécele los alimentos que deseas que pruebe con suficiente constancia. Si dejas que transcurra mucho tiempo entre una vez y la próxima será muy difícil que logres tu objetivo.

Así pues que lo mejor es entonces ir incorporando uno o dos alimentos nuevos a la semana de manera tal que puedas irlos alternando máximo un día de por medio hasta lograr las 8 ó 10 preparaciones. Para ese momento ya tu hijo se debe haber “aventurado” a probar. Una vez que lo hayas logrado no dejes de ofrecerlo con frecuencia.

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Además también es recomendable no ofrecer más de un alimento nuevo cada vez para evitar saturar a los pequeños. Al contrario, servir las novedades con otros productos que ya conocen y les gustan es un buen aliciente para que se animen a probarlos.

La variedad es la clave

Prueba a variar los métodos de cocción. Las verduras son los alimentos peor tolerados por los niños. Sin embargo, al ofrecerlas en forma de puré, su aceptación aumenta. Esta clase de productos están repletos de nutrientes esenciales para el correcto desarrollo de tus hijos, tal y como afirma un artículo publicado en la revista “Nutrients” .

En el caso de los adultos, la introducción de verduras en la alimentación suele responder a una necesidad de mejorar la composición corporal. Sin embargo el objetivo de los niños no es la dieta para perder peso sino que incorporen nuevos alimentos y se habitúen a sus sabores y texturas para que en un futuro gocen de una alimentación balanceada y saludable.

De todos modos, evita abusar de las frituras. Este método de cocción origina la aparición de ácidos grasos de tipo trans y de sustancias de desecho como la acrilamida. Estas se relacionan con el desarrollo de enfermedades complejas a medio y largo plazo, según un artículo publicado en la revista “International Journal of Cancer”.

Además ten en cuenta que dentro un mismo grupo de alimentos alberga muchas posibilidades y que no todas van a gustarle. Quizás no les apetezca un plátano o una rodaja de piña, pero se puede sustituir por una pera o cualquier otra fruta. En este sentido no hay que confundir las preferencias con los caprichos.

Los padres deben ser su ejemplo a seguir

Uno de los intereses durante la introducción de alimentos es hacer que los niños tengan la misma dieta que el resto de la familia. Por este motivo los padres son un modelo cuando se quiere conseguir que los hijos adopten una dieta saludable. 

Cuando los pequeños ven que estos se encuentran en el plato de sus padres y que ellos también los comen, pueden sentir más curiosidad para probarlos. Además las comidas en familia (evitando que los niños coman solos antes que los padres) también son muy positivas en este sentido.

También es de gran ayuda dejar que los niños participen en la preparación de las recetas, en la medida de sus posibilidades y capacidades. Esta es una forma ideal de ver la cocina y la comida como algo divertido y si los han preparado ellos mismos, pueden tener más ganas de comer estos nuevos alimentos.



Una dieta saludable para que prueben alimentos nuevos y crezcan sanos

Lo importante en el caso de los niños no es solo que la comida sea sabrosa, sino que además se vea sabrosa, pues de lo contrario no hay quién los convenza de probar aquel plato.

Es crucial que consigas introducir el mayor número de alimentos posibles en su plan habitual. De este modo gozarán de una dieta variada y saludable que reducirá el riesgo de que desarrollen patologías en un futuro.


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