¿Qué influye en la altura de mi hijo?

El crecimiento de los niños no sólo tiene que ver con el componente hereditario. Conoce cuáles son los factores que lo determinan, a lo largo de su infancia.
¿Qué influye en la altura de mi hijo?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 enero, 2024

Durante los primeros meses de vida, el principal factor que influye en la altura de tu hijo o su crecimiento es la nutrición. Por ello, en general y en condiciones normales: “si un niño durante sus primeros meses de vida postnatal come bien, crecerá bien”.


Según la Asociación Española de Pediatría, a partir de los 6-12 meses de vida, poco a poco, se va poniendo de manifiesto el componente hereditario del crecimiento.

En consecuencia, la relación entre la talla del niño y la talla de sus padres o la talla que alcanzará en la edad adulta, muy escasa en el momento del nacimiento, aumenta mucho al final del tercer año de vida.

También, la influencia progresiva de la herencia determina que, entre el 2º y 4º año de vida los niños se instalen en un “carril de crecimiento” que tenderán a mantener hasta el inicio de la pubertad.

Por ello, los niños con talla familiar alta (o ritmo madurativo rápido) experimentan un período de aceleración del crecimiento que les hace alcanzar un carril de crecimiento más alto; mientras que, los que tienen una talla familiar baja o un ritmo madurativo lento, deceleran su ritmo de crecimiento hasta colocarse en un carril de crecimiento más bajo.

altura-nino_xoptimizadax--644x362

La altura y el sistema hormonal

En un artículo de pediatría se expone que aunque todo el sistema hormonal intervenga, la hormona de crecimiento es el principal regulador hormonal del crecimiento después del nacimiento, sobre todo a partir de los 6 meses de vida.

Durante el período fetal, su papel como regulador del crecimiento es casi nulo, con un mínimo impacto al final de la gestación; de forma que, los niños que nacen sin hormona de crecimiento tienen, a menudo, longitudes y pesos al nacimiento normales. Esta situación se mantiene durante los primeros meses de vida extrauterina.

En realidad, crecer más o menos depende de múltiples factores, y aunque la genética y la alimentación pesen mucho, no lo son todo. Francesc Botet, profesor de Pediatria de la Universitat de Barcelona, enfatiza que, a nivel interno, tienen mucha incidencia las hormonas:

La altura está relacionada a muchos hábitos

“En el período prenatal influye mucho la insulina y otras sustancias parecidas; y una vez nacidos, la más determinante es la hormona del crecimiento, aunque inciden otras”, como las sexuales.

En una nota de prensa, Manuel J. Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Granada, explica que durante los primeros años de vida también influyen mucho las hormonas tiroideas.“Sobre todo si se produce un déficit de las mismas”

Aunque la que determina la velocidad de crecimiento y que se alcance el potencial genético es fundamentalmente la hormona del crecimiento.

Y en la producción de esa hormona de crecimiento y de los factores que inciden en ella resultan determinantes, además de los nutrientes, la actividad física, las horas de sueño, las enfermedades o el estrés.

La altura o talla final de una persona dependerá de qué coma, cómo duerma, cuántas veces enferme, qué ejercicio haga, qué actividades realice o cómo se sienta de querida durante su infancia, e incluso de qué comió o fumó su madre durante el embarazo, o cómo funcionó la placenta.

La altura: etapas

Ambos especialistas coinciden en que el crecimiento no es un proceso periódico y gradual; hay etapas en que se crece mucho y otras en que no tanto.

Botet explica que, durante el período prenatal, el crecimiento se concentra en el último trimestre del embarazo, mientras que una vez nacidos se crece muy rápido durante el primer e incluso el segundo año de vida, luego el crecimiento se frena, y se vuelve a acelerar al llegar a la pubertad.

Por término medio, se calcula que los niños crecen unos 25 centímetros en sus primeros doce meses de vida y otros 10 durante el segundo año, para seguir a un ritmo de 4-6 centímetros anuales hasta llegar a la pubertad, cuando el crecimiento se dispara hasta los 8-10 centímetros anuales durante un periodo de dos o tres años.

Y una vez realizado el estirón pueril, apenas se crecen 1 o 2 centímetros más hasta los 20 años que es cuando los expertos estiman que se deja definitivamente de crecer y se obtiene la talla o altura “definitiva”.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.