Mis hijos no dejan de pelearse: ¿qué hago?
Seguro que muchos de nosotros nos hemos preguntado un montón de veces por qué nuestros hijos no dejan de pelearse. Una de las frustraciones y dolores de cabeza que sufrimos los padres es por que nuestros hijos no dejen discutir. Nos preocupa que, de seguir así, pase el tiempo y no hayan construido una relación fuerte y acaben distanciándose.
Cuando los niños son pequeños, es normal que se peleen y a los cinco minutos se hayan reconciliado y vuelvan a jugar como si no hubiera pasado nada. Sin embargo, hay veces que la reconciliación no resulta tan sencilla, ya que los padres u otros factores intervienen. Por esto, lo que puede pasar es que, en lugar de mejorar el problema, lo empeoremos y creemos resentimientos entre ellos.
Mis hijos no dejan de pelearse: ¿por qué lo hacen?
Antes de entrar a regañar y a castigar a los niños, lo primero que tenemos que hacer es saber qué ha pasado; tenemos que ser muy objetivos con esto. Las peleas entre los niños pueden ser por diversos motivos:
- Para proteger algo personal o para conseguir cualquier cosa. Muchas de las peleas que se producen entre los niños es porque uno de ellos quiere un juguete que es del otro y este no quiere dárselo. O bien quiere conseguir alguna cosa que tiene el otro y que él quiere. En estas dos circunstancias surgirá una pelea para ver quién se queda o quién consigue el objeto deseado.
- Para obtener la atención de los adultos. Se dan casos de niños que se pelean buscando la atención de sus padres, ya que estos no suelen estar presentes ni interesados en ellos. Por esta razón, los pequeños acaban peleándose para que sus padres les presten ese momento de atención, ya que estos no pasan tiempo con ellos ni en familia.
Estas pueden ser algunas de las razones, pero hay muchas más; cualquier roce puede hacer saltar chispas entre los niños, pero es totalmente normal y forma parte de su aprendizaje. Si bien es cierto que a veces estas riñas suelen tener fases, hay otras veces en que se dan con más frecuencia.
Los padres tenemos que saber establecer las normas y límites para que estos comportamientos se mantengan a raya y no tomen como una costumbre el pelear entre ellos.
¿Qué podemos hacer si nuestros hijos no dejan de pelearse?
Podemos seguir una serie de recomendaciones si nuestros hijos no dejan de pelearse, como las que vamos a ver a continuación.
Cuando nuestros hijos se pelean, no podemos perder la calma ni gritar
Tenemos que tener presente siempre que tenemos que llegar para apaciguar los ánimos, no para caldearlos más. Si llegamos gritando, una pequeña discusión puede acabar en algo más grande. Así que, mantener la calma y tranquilizar a nuestros hijos es lo ideal.
Si en la pelea que mantienen nuestros hijos se agreden físicamente, tenemos que separarlos
Cuando los niños están enfrascados en una discusión y llegan a agredirse físicamente, tenemos que separarlos de manera inmediata y ponerlos en habitaciones distintas para que se calmen y, de esta manera, no tengan contacto visual para tener más razones por las que pelearse.
Escucharemos a cada uno de nuestros hijos por separado
Cada uno de ellos nos contará su versión de los hechos y debemos escucharlos y procurar entender las razones por las que lo han hecho. Es el momento de mostrarles el afecto a cada uno de nuestros niños cuando hablemos con ellos.
Enseñar y fomentar siempre las buenas formas
Es fundamental que los padres también tengamos buenos modales y formas cuando discutimos en casa, pues somos un ejemplo y modelo que ellos siguen; si no lo hacemos así, estaremos dándoles mensajes contradictorios. Hay que fomentar palabras como “perdón, disculpa, por favor, gracias”, pues pueden tener un efecto mágico en las discusiones y pueden acabar apaciguando la riña.
Hablar cuando estén más tranquilos
Es importante que cuando haya pasado la pelea nos sentemos en familia y hablemos sobre lo que ha pasado y cuáles han sido las razones que les han llevado a esa discusión. Si ha sido por un juguete, explicarles cómo pueden turnarse para compartir las cosas puede ser de gran ayuda o, si no saben compartirlo, se lo regalaremos a otros niños que no tengan juguetes.
Una cosa que nunca debemos hacer es comprar otro juguete igual que por el que pelean, puesto que esto no solucionará el problema.
Enseñarles el valor del respeto hacia los demás
Explicarles que es muy importante para la convivencia en nuestra sociedad que respetemos a los demás, incluida la familia, y que el hecho de que estemos muy enfadados no nos da el derecho a hacer lo que queramos.
Entonces, ¿qué hay que hacer si nuestros hijos no dejan de pelearse?
Como has podido ver, cuando nuestros hijos no dejan de pelearse podemos tener recursos que nos ayuden a manejar este momento complicado y que tantas preocupaciones nos produce.
Como ya hemos dicho, las peleas entre los niños son normales, pero si estamos atravesando algún cambio en nuestras vidas que pueda estar afectando a nuestros hijos, tenemos que valorar si necesitamos contactar con un profesional para que nos ayude a mejorar la situación.
Ante todo, debemos darles amor, cariño, tener paciencia y siempre mantener la calma; esto es fundamental. Si intervenimos y nos posicionamos a favor de uno u otro, lo único que estaremos haciendo es crear resentimientos entre ellos y provocar que se distancien. Así que mucho ojo con esto.
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