Hematuria en niños: lo que necesitas saber

Uno de los signos más alarmantes para los padres es observar la presencia de sangre en la orina del niño. Por eso, hoy vamos a contarte todo lo que debes saber sobre la hematuria.
Hematuria en niños: lo que necesitas saber

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 agosto, 2022

La hematuria en los niños es un hallazgo alarmante para los progenitores, pero no siempre es sinónimo de gravedad. Sus causas son múltiples y variadas, siendo algunas sistémicas y otras locales, como las patologías de las vías urinarias.

El término hematuria proviene de las palabras griegas haima, que significa ‘sangre’ y ouron, que denomina a la ‘orina’. De esta forma, podemos definirla como la presencia de hematíes (o glóbulos rojos) en la orina, los cuales proceden del riñon o de las vías urinarias. En algunos casos, dicho sangrado es visible a simple vista, mientras que en otros casos solo se detecta a través de estudios de laboratorio.

A continuación, te contamos todo lo que debes saber acerca de esta entidad en los más pequeños de la familia.

¿Qué tipos de hematuria existen?

Existen muchas formas de clasificar al sangrado urinario y todas ellas nos permiten conocer un poco mejor el origen y la causa del mismo. A grandes rasgos, debemos diferenciar aquellas que se perciben a simple vista (como un cambio notorio de la coloración del agua en el váter o sangre en el pañal del bebé), de aquellas que son mucho más sutiles. Las primeras se llaman macroscópicas y las segundas, microscópicas. Conozcamos más sobre ellas:

  • Microhematuria: se caracteriza por la presencia de más de 5 hematíes por microlitro de orina y suele ser un hallazgo casual en un examen de rutina. Para que sea considerada como significativa, debe estar presente en más de 3 muestras de orina consecutivas, separadas por 2 a 4 semanas.
  • Macrohematuria: es la presencia de más de 5.000 hematíes por microlitro de orina. Esta cantidad llega a teñir la orina de rosado, rojo intenso, verde-pardo o achocolatado, según la concentración de glóbulos rojos en ella. Puede verse a simple vista y debe estudiarse siempre.

A su vez, la hematuria puede ser transitoria o persistente (cuando aparece durante 6 meses o más); inicial, terminal o postmiccional (según con qué momento de la micción se relacione); glomerular o extraglomerular (según el origen del sangrado).

La corteza renal contiene unas estructuras llamadas glomérulos, que cumplen la función de filtrar la sangre y producir la orina. Cuando falla este mecanismo, el riñón enferma poco a poco y esto se pone de manifiesto a través de la hematuria glomerular.

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El estudio microscópico de la orina y de su sedimento luego de la centrifugación permite categorizar el tipo de hematuria que el niño presenta y así, determinar el origen y la causa de dicho sangrado.

Síntomas que acompañan a la hematuria

El sangrado en la orina es un signo clínico, que puede o no acompañarse de otras manifestaciones. En el primer caso, nos referimos a las hematurias asintomáticas y en el segundo, a las sintomáticas.

En cuanto a estas últimas, las manifestaciones clínicas dependerán del origen de la hematuria:

  • Cuando se trata de una enfermedad glomerular, los signos y síntomas más comunes son la oliguria (disminución de la cantidad de orina diaria), el edema, los exantemas, la artritis y el dolor de garganta. Generalmente, existe un antecedente de faringoamigdalitis ocurrida unas semanas antes del cuadro renal.
  • Hematurias de origen extraglomerular. En estos casos el sangrado puede acompañarse de la eliminación de pus en la orina, dolor en el bajovientre o al orinar (disuria), dificultad para el vaciamiento de la vejiga (chorro lento, goteo postmiccional, chorro intermitente) o de fiebre.

Causas frecuentes de hematuria en niños

En general, las hematurias de los infantes suelen producirse por infecciones del tracto urinario (ITU), traumatismos abdominales o genitales y problemas en el metabolismo del calcio (hipercalciuria).

También, debe considerarse la posibilidad de enfermedades inflamatorias, infecciones sistémicas (como el síndrome urémico hemolítico o la gastoenteritis por Serratia marcescens), autoinmunitarias, metabólicas o tumorales.

Falsas hematurias en los niños

Además de las causas patológicas de hematuria, vale la pena destacar que existen distintos medicamentos o alimentos que generan que la orina se tiña de un color oscuro más oscuro de lo habitual. Incluso, que hagan pensar en un sangrado debido a la similitud con el color. No obstante, en el interrogatorio se detecta el antecedente del consumo y con un simple análisis de orina se puede descartar el sangrado.

A continuación te contamos los productos que con mayor frecuencia provocan falsas hematurias en niños:

  • Alimentos: remolacha, mora, setas.
  • Pigmentos alimentarios: colorantes nitrogenados, fenolftaleína (presente en los laxantes), rodamina B (en bollería de confitería).
  • Fármacos: rifampicina, nitrofurantoina, metronidazol o doxorrubicina.

¿Cómo se estudia la orina ante la sospecha de hematuria?

En la mayoría de los casos, un buen interrogatorio y un examen físico permiten orientar el diagnóstico de la hematuria sin la necesidad de recurrir a pruebas complementarias. Sin embargo, las tiras reactivas de orina son el método de primera elección, debido a su elevada sensibilidad diagnóstica y su fácil implementación.

La prueba que se realiza para detectar la hematuria se hace con una tira reactiva. Si resulta positiva para hematuria, habrá que someterse a nuevos estudios para determinar su origen y llevar a cabo el tratamiento.

Otros exámenes complementarios

Si la tira reactiva es positiva, se deben confirmar los resultados con un examen microscópico del sedimento urinario. Este se realiza a partir de una muestra de orina aislada, idealmente tomada del chorro medio, de la primera micción de la mañana.

En el caso en el que se confirme la hematuria, el médico procederá a solicitar otros estudios complementarios. Por ejemplo, la observación en fresco de la morfología de los hematíes, una ecografía o un centellograma renal. También, de ser necesario, podrá recurrir a pruebas más precisas e invasivas como una biopsia renal.

¿Qué sigue luego del diagnóstico de hematuria en niños?

Una vez que se conoce la causa de la hematuria en el niño, se determinará la mejor estrategia diagnóstica para cada caso. Esta puede ir desde el uso de antibióticos hasta una terapia con fármacos inmunosupresores.

En algunas ocasiones, luego de la curación, se podrán implementar medidas preventivas, como aquellas que buscan evitar la formación de cálculos renales o el desarrollo de infecciones. Mantener al pequeño bien hidratado, con una dieta baja en sodio (sal) y una buena higiene corporal, son claves para cuidar mejor de su salud renal.

Lo importante es que los padres estén atentos a las micciones de sus pequeños y que acudan prontamente al pediatra ante el hallazgo de cualquier signo de sospecha.


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