Las infecciones por hongos son posibles de evitar. Aunque los hongos se encuentran hasta en los lugares más insospechados y en cualquier momento pueden infectar la piel de una persona, no es menos cierto que cuando se tienen en cuenta determinados cuidados pueden prevenirse.
Hoy te daremos algunos tips para que protejas a tu hijo de las infecciones por hongos, tan difíciles de curar.
En el verano, cuando la temperatura aumenta y los pies sudan, los niños suelen estar más expuestos a contraer hongos en esa parte del cuerpo. Lo que ocurre no es que los hongos estén más activos durante el calor, sino que en esa estación confluyen, en un mismo lugar, mayor cantidad de personas -de niños en este caso-, que juegan, se tocan y comparten sus pertenencias, contagiándose así con los hongos que puedan tener.
“El contacto corporal y el disfrute de las zonas comunes aumentan las probabilidades de que cualquier niño se infecte con hongos”
Los pies caminan descalzos por el borde de las piscinas, el suelo de los baños públicos, los charcos o los lugares húmedos que no tienen la mejor higiene. En cualquiera de ellos puede haber una colonia de hongos dispuesta a infectar al que pase.
Es también durante la estación más caliente del año cuando se usan más chanclas: esos calzados tan ligeros que ofrecen comodidad y relajación. Las chanclas mantienen el pie descubierto, listo para recoger la suciedad y todo lo que ella traiga aparejada. Por otro lado, el material de las chancletas -goma, plástico o esponja- aumenta la sudoración del pie, lo que unido a la falta de higiene se convierte en un incentivo para los hongos.
Otro factor que favorece las infecciones por hongos durante la infancia es el calzado cerrado. Al igual que ocurre con un pie demasiado expuesto, cuando se usa exclusivamente un calzado cerrado y sin calcetines durante horas, la piel se vuelve vulnerable al ataque de los hongos.
Para evitar las infecciones por hongos y darle a tu hijo una mejor calidad de vida, te recomendamos que pongas en práctica los siguientes consejos:
El hongo de la Cándida, que coloniza las zonas húmedas del cuerpo como el contorno de los ojos y boca, la salida de las fosas nasales, las axilas, los genitales o la piel de entre los dedos, es muy común durante la infancia.
También lo son otras infecciones como el pie de atleta, que afecta sobre todo la piel entre los dedos y la planta de los pies, la tiña, que se manifiesta tanto en la piel como en el cuero cabelludo, y la pitiriasis versicolor, que se presenta como manchas redondeadas y pálidas en la piel, sobre todo en la cara, los brazos, el cuello y el pecho.
“Comezón, enrojecimiento, descamación y vesículas son los síntomas más comunes de las infecciones por hongos en la piel”
Existen diversos tratamientos contra las infecciones por hongos; no obstante, no es un secreto que estos microorganismos son difíciles de curar. En caso de que sospeches que tu hijo puede estar infectado por hongos, acude al dermatólogo lo antes posible.