Miranda y su visión de las princesas Disney

¿Alguna vez pensaste en los mensajes que transmiten las películas de Disney con princesas? Descubre la particular visión de Miranda, una niña argentina. Te dejará sorprendida.
Miranda y su visión de las princesas Disney
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 octubre, 2022

Miranda, de tan solo 7 años de edad ha sorprendido al mundo por su particular visión de las reinas de Disney. Miranda es argentina y ha visto todas las películas de la popular franquicia hasta la fecha.

“Las princesas no deberían esperar al príncipe”, es la conclusión que arroja este vídeo que en pocas horas se hizo viral. Así lo entiende Miranda.

Con una agudeza analítica y crítica destacable, la pequeña fue objeto de admiración por algunos (y de odio para otros). No obstante, resulta más que interesante, empoderadora la perspectiva que aporta sobre aquellos cuentos que tenían un finalidad moralista y que, sin embargo, han sido modificados por Disney.

Esa misma modificación, que los convierte en historias edulcoradas o rosas, los torna de algún modo en historias cuya fórmula se repite una y otra vez, y que además tienen desenlaces predecibles. Este es el objeto de queja de Miranda.

Conoce los simpáticos argumentos de esta niña al cuestionar el rol de las princesas más populares del mundo.

Los “NO” a las tradicionales princesas

Miranda es tajante en su observación: “Las princesas son tontas”, afirma a tan corta edad con seguridad y firmeza. Según esta pequeña, las protagonistas esperan en todo momento su rescate. Desde luego, el socorro depende pura y exclusivamente de sus pretendientes enamorados.  Por lo que en las tramas, a ellas solo les cabe el papel de la “dulce” espera.

“En vez de ir e intentar e intentar, y si no sale, intentar, intentar, y hacerlo. La princesa espera al príncipe porque sabe que él la va a rescatar. Ella sabe que seguro después viene un señor que le da la manita”, comenta Miranda. Desde su punto de vista, tanto la parte masculina como la femenina deberían hacer su parte.

Mulan con su espada mientras se defiende del ejército de los mongoles

Miranda cuestiona el hecho de que en todas las obras artísticas infantiles haya príncipes, y que sean ellos quienes deban ‘hacer todo’. Para Miranda es natural preguntarse qué ocurre con las mujeres en las historias. ”¿Y ella, qué? Si no viene nadie, se queda ahí, esperándolo. ¡Haz algo haz algo!” exclama finalmente.

Rodeadas de un entorno natural pero en contextos de hacinamiento, castigo o esclavitud, las princesas se presentan como personajes inertes, vulnerables y nada pro activas. Por otro lado, los príncipes o héroes llevan a cabo toda la acción, desempeñan los papeles más pro activos y se destacan por su capacidad resolutiva.

“Al ser un cuento de hadas, el príncipe está como obligado a estar con la otra”. Lo más divertido  de esta crítica es el momento de la proyección de su propio ideal femenino en la cabeza del príncipe. ”Yo quiero estar con una chica inteligente, no con una tonta” dice Miranda, imaginando lo que dirían los príncipes de las princesas hipar pasivas.

Mulán, un ejemplo de lucha entre las princesas

“Yo pienso que Mulán es muy fuerte”, sostiene Miranda. Al parecer, le sobran los motivos para afirmarlo con vehemencia, y las razones para reiterar con insistencia su admiración por esta heroína, que no tiene ni título de princesa ni ganas de quedarse sin hacer nada por su propia vida.

Mulán, en vez de esperar a su príncipe en la ventanita, va y lo hace. Después, como ella fue tan luchadora, el mundo le agradece y ahí tiene un novio, pero no un novio de buena suerte, porque ese chico dijo: qué luchadora, yo quiero tener una novia así; así Mulán consigue un compañero”, puntualizó Miranda.

Miranda y su defensa ante la crítica despiadada

Obviamente, al difundirse a través de las redes sociales sus pensamientos no sólo recibieron el visto bueno. Contrariamente, los detractores y haters despacharon las más crueles palabras sobre esta niña que claramente tiene una perspectiva más acertada que muchos.

Miranda no se quedó callada. “¿Una nena chiquita no puede decir lo que piensa?”, interpela la pequeña, y agrega: “No me voy a quedar callada porque me dijeron cosas feas”. Sólo por dar su opinión públicamente en Youtube, se convirtió en víctima de cyberbullying.

“Dijeron que yo no podía decir todas las cosas que dije porque era una nena. Les quiero decir que yo soy libre, y al ser libre uno no tiene barreras. Dijeron que no tengo imaginación y sí tengo, pero a mi manera. La diferencia es que no es una imaginación de jugar en un cuento de hadas”, recalcó en su nuevo vídeo.

Juzga por ti mismo:


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