¿Es bueno el aburrimiento en los niños?
La definición literal del aburrimiento según la RAE es “sensación de fastidio provocada por la falta de diversión e interés por algo”. Si partimos desde esta acepción, es normal que nos preguntemos si es bueno el aburrimiento en los niños.
La respuesta que han dado la mayoría de los especialistas en psicología es que, en efecto, resulta beneficioso para los niños que se aburran en ocasiones. A partir de esta sensación negativa, se estimula en ellos un sentimiento de autosuficiencia y la necesidad de ser creativos.
Si con frecuencia tus hijos te persiguen diciéndote que están aburridos, te daremos las claves para que manejes de la mejor manera la situación, siempre en beneficio de su aprendizaje.
¿De verdad es bueno el aburrimiento en los niños?
El aburrimiento en los niños surge a partir de la desmotivación. Cuando los niños no consiguen fijar su atención en una actividad, buscan incesantemente ocupar su tiempo con alguna tarea que llene sus expectativas.
Esto ocurre por muchos motivos. El primero, y más evidente, está ligado a la energía innata en los pequeños, que los hace ser proactivos y estar constantemente explorando.
La segunda, en tanto, son los cambios en sus rutinas diarias; los pequeños pueden pasar de ir a clases, aprender, jugar e interactuar con niños de su edad a estar en un estado de reposo o inactividad.
Lo cierto es que, generalmente, los padres tienen sentimientos encontrados cuando los niños manifiestan que están aburridos. Ellos sienten que deben solucionar con premura esta condición y ofrecerles a sus hijos una salida inmediata. ¿Es eso lo correcto?
Cómo enfrentar el aburrimiento en los niños
Lo más importante cuando los niños están aburridos es que existen tres formas de cambiar esta condición. Una de ellas es complaciendo los caprichos del pequeño y accediendo a sus peticiones.
Otra salida es darles algún videojuego para que ocupen su atención por algunas horas; la tercera opción, que es la recomendada para estimular su creatividad, consiste en incentivarlos para que encuentren una ocupación provechosa por sus propios medios.
Complacer los caprichos de los niños
Cuando los padres deciden complacer los caprichos de los niños, se dedican por todos los medios a tratar de entretenerlos, impidiendo que estos solventen por sí mismos sus carencia.
Esto crea en ellos una suerte de inutilidad a la hora de manejar su tiempo y sus decisiones; también merma su capacidad de ser proactivos.
“Cuando los niños no consiguen fijar su atención en una actividad, buscan incesantemente ocupar su tiempo con alguna tarea que llene sus expectativas”
Darles videojuegos
En los tiempos en los que vivimos, resulta muy sencillo para los padres sentar a los niños con una consola de videojuegos o entregarles una tableta para que ‘maten el tiempo’ por un par de horas.
Es probable que hayan notado que estas salidas rápidas y sencillas no resultan muy efectivas; los niños rápidamente pierden el interés y muy pronto vuelven a manifestar su aburrimiento.
Con los videojuegos, los niños no logran menguar el sentimiento de aburrimiento. Repetir comandos o las mismas acciones desde la pasividadno cumple con la cantidad de estímulos que su mente necesita en edades tempranas; sus sentidos demandan acción, estimulación y la sorpresa de la novedad del aprendizaje y la interacción no virtual.
Estimular la creatividad de los niños
El aburrimiento en los niños es positivo porque les otorga a los padres una oportunidad muy valiosa para estimular la creatividad de los pequeños. Esto quiere decir que el adulto debe fungir como un canalizador o conductor de la actividad que el niño ha de elegir para volver a motivarse y centrar su atención.
Las mejores opciones son aquellas actividades que impliquen una interacción social; también las que los niños consideran como una reproducción de la vida de los adultos.
En base a esto, las propuestas son:
- Estimularlos a que jueguen al aire libre: se incluye que jueguen con la arena, exploren las plantas o practiquen deportes.
- Jueguen a ser banqueros, secretarias, bomberos u otra profesión que les guste.
- Todas las artes despiertan en los niños la creatividad. Puedes pedirle que represente para ti una obra de teatro, cante una canción, escriba una carta, redecore su cuarto, diseñe una coreografía de su canción favorita o realice un dibujo.
La idea es que sea el niño el que decida qué hacer y diseñe él mismo la actividad que lo mantenga entretenido. Ten presente que, muchas veces, los niños confunden los términos o los usan en contextos diferentes. Si notas que tu hijo se refiere al aburrimiento con un tono de tristeza o miedo, no dudes en indagar más, para descartar un cuadro depresivo.
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