¿Eres una madre tóxica?

En caso de que tengas ciertas actitudes "desagradables" que te hayan afectado a ti misma o a personas a tu alrededor, es probable que seas una madre tóxica. Descubre más al respecto.
¿Eres una madre tóxica?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 marzo, 2024

En nuestra sociedad existen muchas madres tóxicas. ¿Te consideras una madre tóxica? Descubre en este artículo si tienes las características.

La madre tóxica es una mujer que ha llegado a la maternidad por convencionalismos, porque así estaba diseñado su guión de vida, porque eso es lo que de ella se esperaba.

¿Eres una madre tóxica?

Muchas madres no son conscientes de que son una madre tóxica.
Las conductas de las madres tóxicas se deben simplemente a determinados rasgos de su personalidad.

Normalmente son mujeres tan dominantes y fuertes que necesitan mantener todo bajo control, de personas que piensan que expresar los sentimientos es un signo de debilidad y prefieren marcar las distancias emocionales. También son  madres narcisistas demasiado volcadas sobre sí mismas.

En cualquier caso, en la base de esos estilos educativos casi siempre existe una gran inseguridad ya que esos comportamientos son una forma para reafirmarse y ganar en seguridad.

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Rasgos de la madre tóxica

Las madres tóxicas son aquellas que tienen una visión negativa del mundo, suelen ser destructivas, demasiado controladoras o sobreprotectoras y no ayudan al crecimiento personal de sus hijos.

Son excesivamente controladoras

Habitualmente la madre tóxica es una persona con la necesidad de tener controlado, cada aspecto de su vida. De la misma manera intenta controlar todos los ámbitos de la vida de su hijo.

Ejercer este control es su manera de expresar amor y afecto por los demás, por lo tanto lo ve como algo positivo y necesario en la relación con su hijo.

Es posible incluso que llegue a enfadarse si su hijo decide tomar otra decisión que no ha sido la indicada por ella.

Utilizan la manipulación para conseguir sus objetivos

Cuando los hijos intentan ser independientes es frecuente que estas madres se ofendan, y expresan que se sienten rechazadas.

Con esto consiguen que el hijo, ante la posibilidad de hacer daño a su madre, cambie de conducta o que lo haga a escondidas para no hacerla sufrir.

De esta manera, en muchos casos, los hijos hacen cosas que no desean acumulando un resentimiento a tomar estas decisiones, ya que utilizan el chantaje emocional para conseguir sus propósitos.

 

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Buscan ser el centro de atención en todo momento

Puede ocurrir que la madre tóxica exprese un doble deseo encontrado.

Por un lado, quiere que su hijo triunfe en lo que haga y consiga muchos logros, pero por otro no desea que la supere a ella bajo ningún concepto.

Por una parte le están expresando que tiene que triunfar en la vida y perseguir sus metas, pero por otro que no la pueden superar porque entonces dejarían de ser el centro de atención.

En otras ocasiones, puede utilizar diferentes enfermedades y padecimientos para que los hijos estén siempre pendientes de ella.

Es habitual en estos casos, que usen la manipulación para conseguir que hagan lo que ellas consideran correcto utilizando argumentos.

Son excesivamente autoritarias

Todo se debe hacer según su criterio y no admiten que los hijos tengan otras opiniones o elijan otras alternativas.

También es habitual que opinen en todo lo referente a la pareja cuando el hijo la encuentra.

Esto suele provocar enfrentamientos si el hijo empieza a desvincularse de la relación, y a mostrar una mayor independencia.

Cómo no ser una madre tóxica

Tienes que darte cuenta si eres capaz de cambiar.

Tienes que intentar cambiar tu forma de relacionarte con tu hijo, de manera que consigas tener mayor autocontrol, mejorar las habilidades sociales y tener una mejor comunicación asertiva, en lugar de agresiva.

Quien quiere hacer algo encuentra el medio, quien no quiere hacer nada encuentra una excusa

-Proverbio árabe-

Recuerda siempre que no debes olvidar estos pequeños consejos:

  • Eres su madre, no su amiga
  • Eres su madre, no su hija
  • No compitas con tu hija
  • No tienes que tener el control de todo
  • No utilices el chantaje emocional
  • Escucha, no solo oigas
  • Sé más flexible
  • Aprende a reír
  • Utiliza la autocrítica

El resultado de todo ello será que disfrutarás más de la vida y las personas de tu entorno familiar y social se acercarán más a ti.

Así, habrás pasado de ser una madre tóxica a una madre más cariñosa que hace la vida agradable a los demás, iniciándose en un proceso interno de cambio continuo.


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