Enseñar a los niños a tomar sus medicinas ¿Cómo?

Tanto si se trata de suplementos vitamínicos como si se trata de medicamentos especializados para cualquier afección, los niños no siempre quieren tomar sus medicamentos.
Enseñar a los niños a tomar sus medicinas ¿Cómo?
María José Roldán

Revisado y aprobado por la psicopedagoga María José Roldán.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 febrero, 2020

Enseñar a los niños a tomar sus medicinas puede ser algo difícil. La mayoría de los pequeños se resisten a tomar sus medicamentos, normalmente por el sabor. Los expertos en el tema afirman que existen muchas maneras sencillas para que se tomen sus medicinas sin tanto drama.

¿Cómo enseñar a los niños a tomar sus medicinas?

La mayoría de los medicamentos tienen mal sabor, esto dificulta que el pequeño se los quiera tomar. Razón por la cual es fundamental indicarle que si se toma la medicina podrá sentirse mejor, pero esto no siempre es motivación suficiente.

Para empezar, debes tener en cuenta que lo mejor que puedes hacer es empatizar con tu hijo. Si te colocas en su lugar sabrás que los medicamentos tienen muy mal sabor, de esa manera encontraras las formas de dárselos sin que todo se convierta en una batalla.

Enseñar a los niños a tomar sus medicinas

Oculta el sabor del medicamento

El sabor del medicamento se puede ocultar con algún alimento, pero antes de hacer esto se debe corroborar que este no pierda su efecto. Esta técnica es muy útil, aunque en realidad no le estás enseñando a tomar la medicina, si no a ocultar el mal sabor para poder tomarlo. Existen algunos alimentos que se usan habitualmente para ocultar el mal sabor de las medicinas:

  • Zumos
  • Mermeladas
  • Batidos
  • Yogur
  • Purés
  • Nota: habla con tu pediatra antes de usar un alimento para tapar el mal sabor de un medicamento y saber si es buena idea. 

Truco del avión

El truco del avión es muy conocido para enseñar a los niños a tomar sus medicinas. La mayoría de los pequeños se entusiasman al ver una aeronave cuando son pequeños (es decir, de meses o pocos años). Eso sí, tendrás que cantar y estar motivada para que tu hijo también lo esté.

Utilizar la imaginación para estimular al infante a que se tome el medicamento siempre es una buena idea.

Los niños suelen relacionar los juegos con las cosas positivas, es por eso que si ven que viene un ”avioncito” en forma de cuchara, se sentirán animados a comer y tomarse el medicamento. Aunque es importante que se tomen las medicinas, no es bueno forzarlos. Lo ideal es buscar la manera de que ellos mismos decidan tomarse el remedio.

Disipa el sabor con el frío

El frío suele disipar los sabores, es por eso que las bebidas heladas pueden ocultar el sabor de la medicina. Trata de utilizar, si el medicamento lo permite, bebidas o alimentos fríos que sean del agrado del pequeño.

Algunos medicamentos no se pueden mezclar con ningún otro líquido, asegúrate de esto antes de llevar a la práctica esta técnica. Los helados y gelatinas son perfectas para disfrazar el sabor de algunos medicamentos. 

Jeringa en vez de cuchara

Las cucharas suelen dificultar que el niño se tome el medicamento, en vez de una cuchara puedes usar una jeringa, así te será más fácil introducirle el medicamento en la boca de forma más rápida pero con cuidado de que no se atragante. Este método es bastante práctico y es muy usado.

Enseñar a los niños a tomar sus medicinas

Cómo evitar que el niño se asuste al ver la jeringa

Lo más probable es que el niño se asuste al ver una jeringa, así que debes usar tu imaginación para evitar que se complique la situación y sea más difícil darle el medicamento. Puedes  usar la misma técnica del avión si lo ves necesario.

Recuerda que las jeringas se utilizan normalmente para inyectar, si se trata de un bebe no tendrás ningún problema, pero si es un niño grande lo más  probable es que se resista al uso de la jeringa.

Nunca lo engañes

Enseñar a los niños a tomar sus medicinas es fácil, pero nunca utilices el engaño como una opción; esto solamente empeorará todo a la final. Algunos padres les dicen que les darán un caramelo; a la final el pequeño se da cuenta y no volverá a confiar en los padres.

Puede que el infante vea algún medicamento y se lo coma pensando que es un dulce siendo esto muy peligroso… por eso es fundamental evitar las mentiras. Nunca engañes a tu hijo para que se tome el medicamento, ni tampoco le regañes si se resiste, la paciencia y la imaginación serán tus mejores aliados.

Anticípale que le darás un medicamento

Antes de darle el medicamento le puedes decir que lo harás, dile que es por su bien, que luego se sentirá mejor. La próxima vez que intentes darle alguna medicina el niño se sentirá preparado, de esa manera será más fácil el proceso.

Las primeras veces es normal que tu hijo no quiera tomarse la medicina, porque no sabe lo que es y encima tiene mal sabor. Por eso, a medida que compruebe que cuando se toma el medicamento se siente mejor será más sencillo que acceda. 

Empatiza con tu hijo

Colócate en el lugar del pequeño, entiende que para el él o ella no es provocativa esa medicina. Tú también pasaste por esa etapa, así que utiliza la empatía con el niño.

El demostrarle el amor al pequeño es fundamental, esto no solamente será de gran ayuda a la hora de darle los medicamentos, también lo será en todo momento y en cualquier faceta de su crecimiento.

Métodos para persuadir al pequeño

No es necesario que pruebes el medicamento para que sepas que tiene mal sabor, así que utiliza palabras suaves y con amor para persuadir al niño a tomar la medicina. Simula que tú también te tomarás el medicamento, así el niño sentirá que es seguro y confiará en ti.

Es importante que te coloques en el lugar del niño, aunque los medicamentos son para su bien, el sabor de las medicinas suele ser desagradable. Trata de demostrarle al pequeño que todo lo que haces es para su bien, nunca lo engañes o le digas mentiras camufladas, lo más probable es que se dé cuenta a la larga que todo era falso.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.