Las 4 dudas más frecuentes sobre la alimentación complementaria

Vamos a resolver las dudas más frecuentes acerca de la alimentación complementaria, pues es un momento crítico para el establecimiento de hábitos saludables para el niño.
Las 4 dudas más frecuentes sobre la alimentación complementaria
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 05 enero, 2022

El inicio de la alimentación complementaria supone un punto crítico a nivel dietético, pues las necesidades nutricionales del pequeño se incrementan y es necesario satisfacerlas pronto. Esto no solo es importante para asegurar un correcto crecimiento, sino también para evitar algunas enfermedades.

Ahora bien, no siempre es sencillo implementar la alimentación complementaria y su puesta en marcha puede despertar ciertas dudas. Por este motivo, vamos a tratar de resolver las más frecuentes, para facilitarle la vida de los padres primerizos. ¡No te pierdas este artículo!

Dudas frecuentes sobre la alimentación complementaria del bebé

Lo primero que hay que tener claro es que es conveniente seguir las indicaciones del pediatra en cuanto al momento oportuno para introducirle los alimentos al niño. Algunos de ellos pueden no ser apropiados para las primeras etapas por varios motivos: son potencialmente alergénicos o de alto riesgo de atragantamiento, entre otras cuestiones.

Ahora si, vamos a aclarar los interrogantes más frecuentes. ¡Toma nota!

1. ¿Con qué alimento se debe empezar la alimentación complementaria?

zapallo calabaza arvejas pepino moras frambuesas papillas trozos

No existe un consenso universal acerca del mejor comestible para iniciar este proceso. Lo que sí se sabe es que hay que asegurar el aporte proteico adecuado desde las primeras etapas de la vida, pues en esta etapa de alto crecimiento se encuentra bastante aumentado.

Por este motivo, una buena opción comenzar con carnes magras, como el pollo, el pavo e incluso, algunos pescados de fácil digestión. Eso sí, han de estar siempre bien cocidos para limitar el riesgo microbiológico.

En un primer momento será recomendable introducir los alimentos con 2 o 3 días de separación para comprobar si se toleran bien. En caso afirmativo, se podrán mezclar los que ya se hayan probado por separado.

2. ¿Es mejor ofrecer comida triturada o sólida?

Tradicionalmente, los bebés iniciaban la alimentación complementaria con comida triturada o ‘papillas’ con el objetivo de facilitar la masticación y la deglución. Incluso, para reducir el riesgo de atragantamientos y limitar el temor de los padres debutantes.

Sin embargo, en la actualidad muchos especialistas han comenzado a poner el foco en la importancia de ofrecer alimentos enteros desde el primer día de este proceso. Según postula el conocido método del baby led weaning, es necesario dejar al bebé manipular los comestibles sólidos para que se acostumbre a las distintas texturas y mejore su aceptación a ellas.

Esta técnica ofrece múltiples beneficios para la salud y el desarrollo de los más pequeños. Por nombrar solo alguno, ayuda a reducir los rechazos alimentarios en un futuro, lo que se traduce en una dieta más variada y saludable para toda la vida.

Según un estudio publicado en la revista Italian Journal of Pediatrics, el baby led weaning se considera un método seguro, siempre y cuando se realice bajo supervisión. 

3. ¿Qué cantidad tiene que comer el bebé?

Los bebés cuentan con una excelente capacidad innata para autorregular la ingesta. Por este motivo, debería ofrecérsele el alimento a demanda, del mismo modo que se realiza con la leche materna. Y en este sentido, es importante respetar cuando el niño dice ‘basta’, aunque a nosotros nos parezca que ha comido poco.

Otro dato no menor es que la alimentación complementaria no sustituye la lactancia, por lo que este alimento puede ser suficiente para el niño en determinados momentos del día y generarle saciedad. Entonces, si el bebé suele ser regular con sus tomas de leche y rechaza el alimento justo después de estas, la próxima vez se puede probar con espaciarla de la comida.

4. ¿Cuándo se puede comenzar a introducir el azúcar?

Las guías de alimentación de las sociedades científicas recomiendan evitar los azúcares añadidos en los niños menores de dos años. Sin embargo, algunas leches de fórmula de menor calidad los incluyen entre sus ingredientes. Por este motivo, es crucial leer bien los etiquetados para elegir un producto óptimo.

Como norma general, se debe reducir la presencia de azúcares simples en la pauta en los niños de cualquier edad. El consumo regular de dulces o de zumos durante las primeras etapas de la vida incrementa el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 a futuro.

Por eso, lo mejor siempre es apostar por los alimentos frescos con alta densidad nutricional.

Es fundamental optimizar la alimentación complementaria para mejorar la salud de los bebés

Con el objetivo de mantener un buen estado de salud con el paso de los años, es importante plantear un buen esquema de alimentación desde el inicio de la misma.

En la medida en la que sea posible, es importante incluir en la pauta diferentes comestibles frescos para conseguir así una dieta variada. De este modo, se evitan déficits de nutrientes esenciales que condicionan el buen funcionamiento del organismo humano.

Para terminar, recuerda que desde las primeras etapas de la vida es fundamental promover los buenos hábitos de vida. No solo en lo que a alimentación se refiere, sino también asegurar un buen descanso nocturno y practicar ejercicio físico de manera regular. Conseguir un buen estado de composición corporal ayudará a prevenir muchas patologías complejas a largo plazo.


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