Dislalia: Mi hijo pronuncia mal

Dislalia: Mi hijo pronuncia mal
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 marzo, 2020

El hecho de que un niño tenga dificultad para pronunciar ciertos sonidos o que sustituya determinadas consonantes,  a muchos les podría parecer que están frente a un consentido, cuyos padres no se han esforzado por corregir su manera de expresarse. Esa es una teoría que puede derribarse bajo la luz de la ciencia, pues si un niño que tiene entre los 3 y 5 años de edad pronuncia mal las palabras que llevan  s, r, l y d, podría tener dislalia infantil.

A medida que un niño crece, adquiere más y mayor vocabulario. Su manera de expresarse se enriquece y pronuncia cada vez mejor las palabras, cuando apenas comienza a hablar, naturalmente habrá ciertos sonidos que le resultarán complicados de emitir, pero con la corrección y estimulación correcta logrará pronunciar perfectamente  cualquier palabra.

No obstante, hay barreras de tiempo que ayudan a determinar cuándo el niño tiene un trastorno de lenguaje, tal como la dislalia infantil, que, justamente, es un trastorno del lenguaje que se caracteriza por la dificultad que tiene un niño, entre los 3 y 5 años de edad, para pronunciar algunos sonidos, sobre todo los que llevan consonantes como s, r, l y d.

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Cómo identificar la dislalia

El trastorno puede consistir en una omisión para simplificar una combinación de consonantes como gobo por globo o la característica omisión de la de la d por la r en ciertas palabras, que podría ser por ejemplo que un niño diga dosa en lugar de rosa.

Pero es conveniente saber que hay diferentes tipos de dislalia; así cuando la dislalia afecta a un solo sonido, como ocurre en los ejemplos antes señalados, se clasifica como simple, pero cuando afecta a varios fonemas se le clasifica como múltiple.

También existen casos en el que el lenguaje de un niño dislálico muy afectado puede resultar ininteligible, sobre todo para quienes no conviven con el niño y desconocen las señales que utiliza para comunicarse con sus padres. Otras veces la dislalia es múltiple y empobrece el habla, haciendo difícil el diagnóstico del trastorno por parte de los expertos.

Puesto desde la perspectiva de desarrollo, este trastorno sobre todo entorpece el desenvolvimiento del niño en la escuela, donde es probable que no sepan entender qué quiere decir.

No obstante, por lo general, los niños con dislalia se expresan con un lenguaje que se caracteriza por cierta normalidad, pero destacan o persisten sonidos o emisiones fonéticas inmaduras.

Otro punto a destacar es que este trastorno del desarrollo de la pronunciación se presenta sin que haya defectos anatómicos, motores o neurolingüísticos.

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La dislalia es superable

También es conveniente que sepas que es el trastorno del lenguaje más común en los niños, el más conocido y más fácil de identificar. Y además, según los apuntes de la Asociación Española de Pediatría, la dislalia casi siempre es transitoria.

El trastorno tiene varias fases dentro del desarrollo del lenguaje del niño y finalmente termina cuando el niño aprende a pronunciar correctamente todos los fonemas. No obstante, la emisión inmadura de ciertos fonemas de forma persistente fuera de los 4 años de vida requiere un estudio y abordaje específico.

Una de las recomendaciones para mejorar este trastorno es recurrir a la logopedia. La intervención logopédica tiene como finalidad: la prevención, el diagnóstico, el pronóstico, el tratamiento y la evaluación integral de los trastornos de la comunicación humana, teniendo en cuenta los trastornos del habla o del lenguaje.

Usualmente, la respuesta al tratamiento logopédico es favorable. Pero en el caso de que una dislalia persista en el tiempo, si no entorpece el discurso ni su inteligibilidad y si el niño busca adaptaciones espontáneas, es mejor no prolongar la logopedia.

Puntos clave para atender la dislalia

  • El primer paso en el proceso diagnóstico ante un niño con retraso/trastorno del lenguaje, es averiguar si estamos delante de un trastorno global o limitado sólo al lenguaje.
  • No hay que esperar hasta los 3 años para evaluar un retraso de lenguaje, la intervención precoz influye de forma positiva en la evolución posterior.
  • El trastorno del lenguaje se presenta inicialmente como un retraso, si persiste y afecta a la comunicación, entonces se clasifica ya como trastorno.
  • Toda detección no llevada a cabo en la etapa preescolar puede afectar negativamente a la adquisición del lenguaje y posteriormente presentar dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura.
  • Los estudios muestran que los niños sólo están 1 o 2 meses por detrás de las niñas en el desarrollo del vocabulario y la gramática.
  • Los niños en familias que utilizan más de una lengua pueden mostrar leves retrasos y mezclar las lenguas al inicio.

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