¿Cuánto cambia el cuerpo de la mujer embarazada?
El cuerpo de la mujer embarazada experimenta una gran cantidad de cambios conforme pasan los trimestres; el más notorio viene a ser el crecimiento del vientre. Sin embargo, ocurren muchos otros cambios en el organismo, incluso a nivel cerebral.
Los cambios se producen para cubrir las necesidades fetales, lo que quiere decir que, ocurren para favorecer el desarrollo del feto dentro del vientre materno.
Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada
1. Modificación de la postura
Durante el embarazo, y sobre todo en el tercer trimestre cuando el vientre es más prominente, las mujeres tienden a inclinar la cabeza y arquear la espalda, con el objetivo de amortiguar el peso. Por lo general, dicha postura se mantiene hasta que se produce el alumbramiento.
Debido a esta postura y al aumento del peso corporal, el caminar de la mujer se hace más lento. Por ende, el centro de gravedad del cuerpo se ve afectado.
2. Aumento de peso
Otro de los cambios más fáciles de identificar es el aumento de peso a lo largo de los trimestres. Y si bien no en todas las mujeres se produce del mismo modo, ciertamente es un rasgo común. Algunas pueden aumentar mucho de peso de forma súbita en el primer trimestre, mientras que otras aumentan de peso poco a poco, con lo cual, en los primeros dos trimestres puede que no se note demasiado abultado su vientre.
De no producirse aumento alguno de peso, podría significar que la mujer no se está cuidando adecuadamente y que, por tanto, el feto no está creciendo.
3. Malestares
A consecuencia de los cambios hormonales y otros procesos fisiológicos, el cuerpo de la mujer embarazada es susceptible a experimentar malestares, tales como:
- Vómitos.
- Náuseas.
- Dolor en el bajo vientre.
- Inflamación de las mamas (con o sin dolor).
Con el avance de las semanas estos síntomas pueden intensificarse, desaparecer o bien sustituirse por:
- Calambres.
- Dolor lumbar.
- Estreñimiento.
- Acidez estomacal.
- Síndrome de túnel carpiano.
- Inflamación de manos, piernas y pies.
En algunos casos, es posible que el cuerpo de la mujer embarazada también experimente ciertos padecimientos, tales como:
- Vaginitis.
- Preeclamsia.
- Infección urinaria.
- Diabetes gestacional.
- Amenaza de aborto espontáneo.
Aunque, así como muchas se ven aquejadas por estos y otros padecimientos hay otras que llevan sus embarazos de forma asintomática o bien simplemente libres de malestar.
4. Aumento del tamaño de los senos
La inflamación de las mamas, la secreción de un líquido blanquecino en algún que otro momento, los dolores (de intensidad soportable) que aparecen y desaparecen, el aumento de la sensibilidad, etcétera, son síntomas de que el cuerpo se está preparando para el alumbramiento y, posteriormente, la lactancia materna.
El aumento del tamaño de los pechos significa que el cuerpo de la mujer embarazada se prepara para alimentar al bebé.
5. Melasma
El melasma es esa pigmentación oscura que aparece en el rostro de la embarazada. Suele salir en la frente, alrededor de los labios, en las mejillas y la nariz.
En algunas puérperas el melasma puede llegar a desaparecer por completo, en otras, puede irse aclarando con el paso de los meses, pero en otras puede que se mantenga.
6. Desplazamiento de algunos órganos
Durante el embarazo, así como es inevitable (y normal) el aumento de peso, el desplazamiento de algunos órganos también lo es. De hecho, a consecuencia de la expansión del útero, algunos órganos internos se desplazan de sitio.
El desplazamiento de órganos como los que se encuentran en la región abdominal no supone un problema para la salud de la mujer y a pocas semanas del parto, todos vuelven a su lugar correspondiente.
7. Cambios psicológicos
Los cambios de humor, la falta de concentración, las alteraciones en la memoria y los despistes son también síntomas comunes en el cuerpo de la mujer embarazada. Estos están relacionado a las alteraciones que ocurren en la actividad hormonal, sobre todo después del segundo trimestre.
Adicionalmente, es normal que las mujeres embarazadas fijen su atención en todo lo relacionado a la maternidad y que, por ello, se despisten en otros temas.
Conclusión
Aunque sean muchos, los cambios en el cuerpo de la mujer embarazada son normales. No obstante si surgiese alguna inquietud o se experimenta algún dolor o malestar intenso, es imprescindible consultar con el médico cuanto antes.
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