10 consejos para que la lactancia materna sea más fácil

La leche materna es el mejor alimento que puede recibir tu hijo. Sin embargo, muchas veces no es tan sencillo como nos podemos imaginar. Te contamos cómo lograrlo.
10 consejos para que la lactancia materna sea más fácil
Angela Herrero Marin

Revisado y aprobado por la farmacéutica Angela Herrero Marin.

Última actualización: 25 diciembre, 2021

¿Crees que la lactancia materna es algo complicada y que el camino se te hace cuesta arriba? ¡Tranquila! Has llegado al sitio adecuado. A continuación, te daremos algunos consejos prácticos para que puedas salir adelante con la lactancia materna y que tanto tú como tu hijo logren disfrutar de los beneficios que ésta ofrece.

1. Infórmate bien desde el embarazo

Sin duda, el primer gran consejo para poder disfrutar de una lactancia exitosa es conocer de qué se trata, pues en la información siempre está el poder.

Muchas madres gestantes ven este proceso como algo a largo plazo y posponen el aprendizaje de algunas cuestiones para después del nacimiento. Sin embargo, hay que saber que la lactancia empieza desde el minuto 1 de la vida del bebé, por lo que anticiparse con la información le evitará a la madre sentirse abrumada.

Otro aspecto no menor es que durante el posparto la disponibilidad de tiempo libre es mucho menor y a esto se le suma el cansancio y muchas emociones encontradas. Por ende, no es el momento más adecuado para aprender algo nuevo.

2. Inicia la lactancia materna justo tras el parto

Bebé recién nacido piel con piel con su madre.

Luego del alumbramiento es fundamental colocar al bebé al pecho. Pues se ha demostrado que la lactancia inmediata y el contacto piel con piel durante las dos primeras horas de vida aumenta las probabilidades de tener una lactancia materna exitosa.

Salvo una urgencia, todas las pruebas que se le realizan a los recién nacidos pueden esperar y hacerse después de este lapso. Pero lo primordial es no separar a bebé de su mamá en ese tiempo.

3. Comprueba que el agarre sea correcto

En cada mamada, sobre todo en las primeras, se debe vigilar que el bebé se prenda al pecho de forma correcta, a fin de evitar posibles complicaciones.

En caso de constatar un mal agarre del pezón será necesario pedir asesoramiento, pues esto podría ocasionarle a la madre dolor y grietas en el pecho. Dicha complicación es uno de los problemas más frecuentes en el inicio de la lactancia.

A su vez, el agarre incorrecto puede llevar a un vaciamiento incompleto del pecho. Esto da lugar a una baja transferencia de leche hacia el niño y favorece al desarrollo de obstrucciones y mastitis.

4. Encuentra la posición más cómoda

La postura más conocida para amamantar es la posición de cuna, pero hay muchas otras opciones que pueden venirnos mejor. Ya sea por la anatomía del pecho, las circunstancias individuales o cuestiones de gustos, lo mejor es probar y elegir aquella que brinde mayor comodidad.

Además, cada posición favorece el drenaje de las distintas partes de la mama. Por este motivo, se aconseja cambiar de tanto en tanto para evitar congestiones de leche dentro de los senos.

En todos los casos, sin importar la postura, el bebé debe mantener la oreja, el hombro y la cadera alineados entre sí. 

5. Presta atención a las señales de hambre

Si prestas atención a las señales tempranas de hambre de tu hijo, será más fácil alimentarlo.

El llanto es una señal tardía de hambre y también, una complicación para satisfacerlo. Pues alimentar a un bebé ansioso, angustiado y hambriento no es cosa sencilla. En general, el niño que llora por hambre ya ha manifestado otras señales anteriormente. 

Las señales tempranas de hambre son las siguientes:

  • Movimientos de la cabeza de un lado a otro.
  • Extrusión de la lengua.
  • Introducción de la mano o del puño en la boca.
  • Búsqueda constante del pecho con la boca abierta.
  • Cierre de los puños. 

6. Olvídate de los horarios

La lactancia materna debe ser a demanda, pues así es como funciona mejor.

Cuando se le ponen horarios a las tomas el bebé pasa hambre (pues la leche materna se digiere muy pronto) y además, se inhibe el estímulo de producción constante sobre las mamas. Este último factor es muy importante, sobre todo durante las primeras semanas posteriores al nacimiento.

No obstante, al principio es necesario controlar que el bebé no pase más de tres horas entre toma y toma y ofrecerle aunque no lo pida. Esto es importante tanto para estimular la producción de la leche de la mamá, como para evitar una bajada de glucosa en la sangre del pequeño.

7. No utilices chupete ni biberones hasta que la lactancia esté bien afianzada

Es importante evitar el uso de cualquier elemento que pueda interferir con la lactancia, como los biberones o los chupetes.

Cualquiera de estos dos puede generar una confusión entre la tetina y el pezón y dificultar aún más el agarre del bebé al pecho. 

Además, el uso del chupete podría incluso alargar el tiempo entre una toma y otra, debido al efecto tranquilizador de la succión no nutritiva con dicho elemento. 

8. Prueba con el colecho

Hacer o no hacer colecho es una elección muy personal, que depende de las circunstancias y de las necesidades de cada familia.

Sin embargo, el colecho favorece a la lactancia materna de varias maneras: le permite un mayor descanso a la madre, promueve el contacto piel a piel y le brinda seguridad al pequeño por la cercanía con sus cuidadores.

A pesar de algunas creencias, es posible practicar colecho de forma segura. Por eso, es fundamental que lo converses con tu médico o matrona y que te brinden las pautas para reducir los riesgos. 

Lactancia materna en la cama.

9. Pide ayuda de inmediato

Si notas que hay algo en la lactancia que no va como esperas o tienes dudas, no temas contactar a un profesional en lactancia lo antes posible.

Muchas madres, por esperar e intentar que algo cambie de la nada, pierden tiempo muy valioso y asumen riesgos innecesarios. Cuanto antes se detecte el problema, más pronto podrá solucionarse y así, evitar las posibles complicaciones. 

10. Forma parte de un grupo de lactancia

Hoy en día existen infinidad de grupos de lactancia que se reúnen de forma virtual o presencial. Dichas agrupaciones tienen como objetivo brindarles a las madres un espacio en donde poder compartir las experiencias y las dudas que les surgen en torno a este aspecto de la crianza. En general, estos suelen estar dirigidos por asesoras de lactancia, por lo que también pueden ofrecerles algunas pautas cuando sea necesario.

Además, es una buena oportunidad para conocer gente nueva que está en la misma situación que tú. Y seguramente, con estas madres podrás sentirte muy comprendida e identificada.


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