Conoce los efectos positivos del sol para ti y tu bebé

Conoce los efectos positivos del sol para ti y tu bebé

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 febrero, 2022

Desde hace millones de años la humanidad comprendió que el mundo no se sostendría por mucho tiempo si el sol deja de brillar. Todas las civilizaciones notaron que todas las especies, y en especial las plantas, necesitan del sol para crecer y desarrollarse. La cadena de descubrimientos los llevó a entender los efectos positivos del sol en los seres humanos, entre los cuales destaca la energía que le brinda al cuerpo.

La luz del sol nos hace apreciar el lado positivo de la vida y aleja el cansancio, la depresión mal humor y el estrés. La explicación de esto está en que los rayos ultra violeta aumentan la producción de un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar: la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño y la temperatura del cuerpo.

Además la exposición al sol te ayuda a ti y a tu bebé a estar más tranquilos, pues los rayos del astro Rey ayudan a tranquilizar los nervios, calmar la ansiedad y por lo tanto a dormir mejor.

Las radiaciones del sol también tienen un efecto analgésico que tiene propiedades relajantes que ayudan a disminuir los dolores musculares, en especial los de la espalda.

Pero hay más: ¿sabías que cada vez que tú y tu hijo toman un poco de sol los huesos de ambos se fortalecen? A pesar de que la luz del sol nunca llegará hasta los huesos, los rayos UV ayudan a producir vitamina D en la piel y esta vitamina es muy importante para la mineralización de los huesos, pues favorece que el intestino absorba el calcio y fósforo que necesita y también evita que el riñón los elimine.

Y es justamente en la niñez cuando el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si tú o tu bebé no obtienen suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe el calcio suficientemente, la producción de hueso y los tejidos óseos puede sufrir.

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El sol embellece la piel

Además se ha descubierto que el sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas defenderte, en primera instancia, de las infecciones.  Otro efecto positivo del sol es que mejora y previene el asma infantil.

La razón está en que la falta de vitamina D, contribuye a empeorar el asma y los procesos alérgicos; por lo que tener niveles adecuados de la vitamina ofrecen  un efecto protector frente a este tipo de enfermedad y reduce las posibilidades de  diagnóstico de asma en los niños. Bastan 30 minutos de sol, dos o tres veces por semana para recargar los depósitos de vitamina D.

Por otra parte, si tu hijo ya está en esa etapa cuando el acné aparece, el sol puede ayudarle a eliminarlo. Es necesario tomarlo con moderación, solo hace falta media hora de sol al día para mejorar el aspecto de su piel. La clave para este tipo de tratamiento está en que lo tome a última hora de la tarde, cuando no tiene peligro de quemadura.

No se asusten si la primera semana parece que está “empeorando”, eso significa que el sol está provocando una reacción de limpieza, ten en cuenta que la piel no tiene otro recurso para eliminar la grasa e impurezas que expulsar lo que sobra para poder arreglar el problema.

Después de una semana de tratamiento, la piel irá recuperando su equilibrio y se irá sanando progresivamente. Este tema del acné no solo aplica para tu hijo ya que el beneficio repercute de igual manera para los adultos.

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Precauciones para tomar sol

Todos sabemos que exponernos de manera excesiva al sol puede ser contraproducente, por lo cual es recomendable tomar sol de manera moderada. Por ejemplo, el mejor momento para hacerlo es en la mañana, sobre todo las primeras horas y evitar el sol luego de las 11:00 a.m. y hasta las 4:00 p.m. cuando sus rayos resultan más agresivos.

También es necesario que una media hora antes de salir de la casa, ambos se coloquen protector solar todos los días y que la toma del sol no se prolongue por más de 30 minutos de manera continua. Lo ideal es que ambos comiencen a tomar sol de manera continua, aumentando el tiempo de exposición progresivamente: Primero 5 minutos durante dos o tres días, luego 10, 15 hasta llegar a 20 minutos que es el tiempo ideal de exposición al sol.

Es imprescindible resaltar que los bebés menores de 5 meses no deben exponerse al sol, y  que es necesario tener muchísimo cuidado con los niños cuando están expuestos al sol, por lo cual es necesario controlar el tiempo que estén bajo su influencia y aplicarles protector solar regularmente.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.