Conoce algunas enfermedades de tu hijo que no necesitan tratamiento

Sí, existen algunas enfermedades que tus niños pueden padecer y que solo el tiempo (y algunos remedios) pueden hacerlos sentir mejor. Descubre cuáles son a continuación.
Conoce algunas enfermedades de tu hijo que no necesitan tratamiento

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 julio, 2021

Cuando tu hijo está creciendo es natural que se exponga a diferentes tipos de enfermedades, y justamente cuando se enferma muchos padres pensamos que los medicamentos son la clave. Pero muchas de ellas, sorprendentemente no necesitan tratamiento, sino que se superan cuando sus defensas y anticuerpos hacen su trabajo.

Los niños pueden vencer con sus defensas las enfermedades más comunes, y en la mayoría de los casos no son necesarios los antibióticos, teniendo en cuenta que no todos los fármacos curan esas enfermedades sino que solo alivian las molestias ocasionadas durante la etapa de convalecencia.

Verás, la mayor parte de los trastornos causados por virus que afectan a los niños suelen curarse solos, en unos pocos días. Además, existen muchas infecciones bacterianas que no necesitan tratamiento antibiótico, una de ella es la gripe.

La gripe es una enfermedad más grave que el resfriado que se manifiesta con fiebre alta, tos seca y malestar general. Cuando esta se manifiesta, no suele haber mocos en la nariz. Es producida por un virus, del que existen muchas variedades que cambian de un año para otro. Existe una vacuna para la gripe, pero cada año es distinta y ya no sirve la del año anterior, porque el virus muta; no obstante si tu niño padece alguna enfermedad crónica como asma es conveniente vacunarlo contra la gripe.

El tratamiento contra el resfriado no lo cura, solo lo hace más llevadero

Ten en cuenta que la vacuna de la gripe no previene el resfriado, son enfermedades distintas. Una vez más, los antibióticos son inútiles para el resfriado salvo que haya surgido una complicación bacteriana, como la neumonía. Los tratamientos solo sirven para aliviar los síntomas, por ejemplo los antitérmicos bajan la fiebre y calman el dolor, pero no acortan la enfermedad. Son las defensas del niño las que superan el proceso.

El resfriado común, a diferencia de la gripe, presenta síntomas como mocos, tos y a veces fiebre. Los mocos suelen ser al principio como acuosos, luego blancos, amarillos, verdes y espesos, verdes y secos, ya en este punto el niño está curado y listo para resfriarse otra vez.

Esta enfermedad no la produce el frío, sino un virus. Hay cientos de virus distintos que pueden producir el resfriado por lo que no es posible hacer una vacuna. Los antibióticos tampoco sirven de mucho en el resfriado. El abuso de antibióticos, aparte de efectos secundarios y gastos inútiles, produce resistencias en los microbios y a veces ya no hacen efecto.

Si hay fiebre le puedes dar un antitérmico. Si la tos es muy intensa y no deja dormir al niño, un antitusivo. Pero si es soportable, le conviene toser para expulsar la mucosidad. Los descongestivos o vasoconstrictores nasales no se recomiendan en niños menores de doce años.

Los expectorantes que sirven para aumentar la tos y los mocos, los mucolíticos que son para hacer el moco más líquido, los antihistamínicos que se usan para la alergia y los balsámicos no tienen ningún efecto digno de mención. Lo mismo puede decirse de la vitamina C y de los productos naturales y alternativos. Si el niño pasa una temporada mejor no fue por el último medicamento que tomó, sino por pura casualidad.

 

Hay enfermedades que se pueden curar solas

La otitis media-aguda puede ser causada por virus o bacterias, y durante décadas se ha tratado con antibióticos. Los médicos suelen diagnosticar otitis muy a menudo, cuando el niño tiene fiebre y no se le ve nada más que lo aqueje, es fácil convencerse de que el tímpano está un poco rojo.

Varios estudios científicos sostienen que el tratamiento para la otitis es prácticamente inútil, no acorta la enfermedad, no disminuye el dolor y tampoco mejora la capacidad auditiva. El tratamiento está justificado en menores de dos años con fiebre alta, niños con mal estado general, con otitis bilateral o con enfermedad prolongada.

La faringitis significa inflamación de la garganta. El síntoma clave es el dolor que aumenta al tragar. En muchos casos es causada por un virus, y los antibióticos son completamente inútiles. En otros casos es causada por una bacteria, el estreptococo, y entonces se acostumbra a administrar penicilina para evitar una complicación rara, pero grave como lo es la fiebre reumática.

La bacteria estreptococo suele dar fiebre a más de 38,5 ºC, pero no hay tos ni mocos. En cambio, el dolor de garganta que se acompaña de tos y mocos, sin fiebre o con solo unas décimas, es casi con seguridad producido por un virus. La penicilina no se da para curar las anginas, sino para prevenir la fiebre reumática. Las anginas, por ejemplo, tampoco se curan antes por tomar antibiótico.


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