¿Cómo funciona la memoria de los bebés?

¿Cómo funciona la memoria de los bebés?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 abril, 2020

El bebé nace con una estructura cognitiva que le permite recibir los estímulos y guardarlos en la memoria. Las neuronas, que son las encargadas de almacenar gran parte del aprendizaje se desarrollan en el tercer trimestre de gestación. Durante el tiempo y el espacio, la memoria ayuda a crear hábitos relacionándolo con los demás, lo cual es un aprendizaje muy rápido.

El principal elemento que ayuda a mejorar el proceso que conlleva a la memorización, son los sentidos. Estos son un canal de entrada para los estímulos del niño. Al principio es bastante básico y directo, por ejemplo, el olor de la madre y de la leche materna.

Más adelante, se desarrollan conexiones que permiten al bebé el reconocimiento de voces y rostros. Igualmente puede percibir mediante el tacto, lo cual permite un reconocimiento posterior de lo que ha tocado.

Todo esto lo recuerdan, sin embargo, la memoria es inconsciente. No obstante, pueden entender la rutina, como por ejemplo, saber cuándo tiene que dormir o comer, cuando es de noche o de día.

La memoria del bebé según cada etapa

  • A los 3 meses, identifica juguetes
  • Con 6 meses se familiariza adecuadamente con las personas cercanas, madre, padre, abuelos, hermanos. Saben cómo es la rutina diaria con cada una de las cosas que se hace en entorno a él. Saben que van a salir cuando por ejemplo lo ponen en el coche, si le quitan la ropa saben que lo bañaran.
  • Cuando tienen 9 meses pueden saber en qué parte de la casa deja sus juguetes y poder buscarlos sin ningún problema.
  • Al año, la memoria se desarrolla lentamente, la información que recibe provoca sensaciones. Empiezan a tener un lenguaje o sonidos más eficaces para señalar y mostrar lo que quiere. Puede hacer onomatopeya relacionando con los sonidos que conoce.
  • Ya con 2 años, el lenguaje se desarrolla, recuerdan nombres, caras conocidas, objetos, formas, colores; recuerda historias que se le haya contado varias veces. Lo más importante es que expresa muy bien sus sentimientos básicos relacionándolos con las situaciones. Comienzan a desarrollar una memoria a largo plazo.
  • A los 3 años, la memoria del niño es consciente y desarrollada hasta la edad adulta.

El recuerdo en el bebé

El niño menor de 5 años es capaz de memorizar rutinas, la memoria está vinculada a la adquisición de conocimientos archivándolos sin parar. Sin embargo, el recuerdo es más eficaz a medida que se empleen algunas estrategias para retener información.

Por lo general, la repetición es la principal técnica de memorización en el bebé. Pronto comprenderán e implementarán la organización de la información que reciben, al tiempo que podrán categorizarla. Es por ello que debemos mejorar su comprensión, adecuando el mensaje que les queremos transmitir.

Cada niño es muy diferente, sobre todo su memoria es particular ya que todos no tienen la misma capacidad ni memorizan de la misma forma. Cada aprendizaje puede mejorar dependiendo del sentido más agudo en cada caso.

¿Qué es la amnesia infantil?

Esta se conoce como la incapacidad que se tiene a la edad de adultos para recordar los episodios  de la niñez. Especialmente es difícil recordar hechos que ocurren entre los 3 a 4 años de edad. Es por ende que son muy pocos los adultos que recuerdan sucesos personales ocurridos antes de los 3 años.

Se tiene entendido que esta incapacidad se produce porque en los primeros años no se tienen las pautas necesarias para almacenar las experiencias y así procesarlas. Algunas investigaciones deducen que durante esa etapa el cerebro ocupa todas sus capacidades en la creación de neuronas. Por esta razón, no se recuerda hechos vividos en la primera etapa de vida. Las neuronas fortalecen las capacidades del niño después de los 4 años de edad.

Si la memoria es importante, también lo es el olvido

Muchas personas tratan de buscar en la niñez momentos vividos que ya no se recuerdan. Se cree que incluso se pueden soñar algunas cosas que quedan en el subconsciente. No obstante, olvidar también es necesario. Olvidar es un mecanismo que se adapta y es vital para el crecimiento de cada una de las personas. Porque por medio de este proceso, es suprimida aquella información que no es necesaria tener en la mente.

Lo que pasa con los bebés es que mientras los niveles de neurogénesis son altos, se acrecienta la tarea de olvidar. Los recuerdos duran menos, dando paso al desarrollo de una memoria mucho más fuerte.

 


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