El bienestar del educador
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
En un entorno educativo, la principal prioridad es la de establecer y mantener el bienestar de los alumnos. Asimismo, resulta igual de prioritario el propio bienestar del educador o educadora. Además de la necesidad de cuidar de la salud de los educadores, debemos recordar que su posible o no bienestar repercute directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿A que nos referimos cuando hablamos del bienestar del educador?
En líneas generales, una persona siente bienestar cuando se encuentra en un estado físico y mental que le proporciona tranquilidad y satisfacción. Ahora bien, cada uno de nosotros logramos estos sentimientos de formas muy distintas, ya sea por nuestro entorno, nuestra personalidad, etc. Y, efectivamente, dependerá también de nuestra profesión.
Dicho esto, ¿cómo consiguen el bienestar los educadores?. La profesora de la facultad de psicología y ciencias de la educación de Gante, Antonia Aelterman, y un grupo de profesionales elaboraron una definición de lo que significaba el bienestar para los educadores.
Para ellos, el bienestar expresa un estado emocional positivo, el cual es el resultado de la armonía entre la suma de factores ambientales específicos, por un lado, y las necesidades y expectativas personales de los educadores por el otro.
“No te establezcas en una forma. Adáptala, construye la tuya propia y déjala crecer”.
-Bruce Lee-
¿Qué necesitamos para conseguir el bienestar?
Tal y como señala la fundación New Economics, el bienestar requiere de dos elementos principales: sentirse bien y funcionar bien. Por un lado, las personas buscamos encontrar la felicidad y necesitamos de una serie de sentimientos como la satisfacción y el disfrute.
Sin embargo, por otro lado, es igualmente de importante para el bienestar nuestro funcionamiento en el mundo. Es decir, necesitamos tener consciencia de que no solo tiene sentido nuestra existencia sino que somos competentes y útiles para el mundo.
Por lo tanto, y en definitiva, los educadores no solo necesitan reunir una serie de condiciones físicas y mentales positivas, sino que para ellos su papel como educador incide directamente en su bienestar.
El bienestar del educador: consejos
- Identifica lo que es importante para ti. Determinar lo que necesitas para sentirte bien te ayuda a reflexionar sobre lo que debes cambiar en tu vida para poder alcanzar el bienestar.
- Establece expectativas profesionales y personales realistas. Debemos ser conscientes tanto de lo que somos capaces de llegar a hacer como de lo que no. Sin duda, si nos creamos unas expectativas poco probables de conseguir, el posterior sentimiento de frustración e incompetencia será demoledor.
- Emprende o participa en proyectos profesionales. No importa si se trata de un proyecto de investigación o una actividad cultural con tus alumnos. Se trata de que encuentres la forma de demostrar lo que vales como educador o educadora.
- Sigue un estilo de vida saludable. Mantener una dieta equilibrada y realizar algo de ejercicio resulta fundamental para el bienestar, tanto físico como mental.
“Lo que es el maestro, es más importante que lo que enseña”.
-Karl A. Menninger-
Descuidar la salud y el bienestar de los educadores afecta a la interacción con los alumnos y, en definitiva, deteriora la calidad de la enseñanza. Además, se corre el riesgo de que se origine, por ejemplo, el síndrome del Burnout.
Resulta fundamental buscar y cuidar tu propio bienestar como educador. De esta forma, conseguirás ser mejor profesional a la par que lograrás una mejor versión de ti mismo.
Te podría interesar...