¿Qué hacer ante la enuresis infantil?

¿Qué hacer ante la enuresis infantil?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 julio, 2019

Que los niños no puedan controlar la salida de su orina es una situación normal, algo que a todos les pasa; no obstante, la enuresis infantil comienza a ser causa de preocupación cuando el niño ha superado los cinco años de edad. Esto se produce de manera regular, pero en esta etapa debemos hablar de un período de tres meses, para que se trate de un problema.


Para atender estos episodios, los padres acudimos al pañal en los primeros años de vida, pero siempre estamos preocupados por ayudarlos a superarlo. Sin embargo, causa preocupación que un niño grande siga teniendo estos incidentes, pero por lo general no sabemos cómo manejarlo.

Clasificación y causas de la enuresis

Para referirnos a enuresis, es preciso plantearnos las características que describen el problema; es importante saber que no exista alguna condición médica que lo justifique, que el episodio se produzca en una escala de dos a tres veces por semana y que se prolongue por lo menos tres meses.

Se pueden clasificar al menos tres tipos: la enuresis infantil nocturna, diurna y total, siendo esta última la más compleja. Con frecuencia resulta más fácil a los niños controlar la orina en horas del día, pero siempre le va a costar más en la noche.

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En condiciones normales, al menos uno de cada diez niños va a tener problemas de este tipo, las causas son diversas, incluso puede costarnos determinar si de hecho nuestro hijo cumple con estas. Entre los orígenes más comunes en estos casos se encuentran.

  • Trastornos de sueño
  • Infecciones urinarias
  • Retraso en el desarrollo
  • Alteraciones hormonales
  • Predisposición genética
  • Malformaciones del tracto urinario
  • Problemas psicológicos

¿Cómo actuar antes casos de enuresis infantil?

Es recomendable hacer frente a este problema oportunamente, pues si dejamos pasar por mucho tiempo esta situación, podemos causar que los niños sufran cierta tensión social y emocional, lo cual los pone en desventajas con el entorno.

Es bueno saber que queda de parte de los padres, la mayor parte de la responsabilidad para ayudar a los niños con este problema. Los especialistas recomiendan que se atienda a las siguientes prácticas.

  • Tratar el tema como algo normal pero que se debe solventar, no es prudente caer en dramatismos o reprocharles por haber mojado la cama. Deben evitarse los castigos y enfados derivados de este problema.
  • Podemos probar explicarles que muchas personas han estado en esa situación, pero que se deben hacer grandes esfuerzos para evitar que siga sucediendo.
  • Es aconsejable asegurarse de que los niños fueron a orinar antes de dormir, esto es útil para formarles un hábito y para que la vejiga esté bastante desocupada.
  • También se debe observar que vaya al baño regularmente durante el día, esto para estar seguros de que no está reteniendo la orina por largos periodos de tiempo.
  • Se le puede ayudar a que haga ejercicios para mejorar, como detener la micción varias veces mientras orina, esto le ayuda a controlar su esfínter.
  • También se le puede pedir que cambie la ropa de la cama y sus pijamas después que haya ocurrido el episodio de enuresis, esto con el fin de que reconozca la importancia del problema.

  • Estimularlo por sus progresos, algo que se puede lograr invitándolo a que sea el mismo niño quien vigile su avance. Esto lo podemos hacer, sugiriéndole que registre un calendario con las noches en que permaneció seco y las que no.
  • Algunos padres acostumbran a levantar a los niños en diferentes horas de la noche para que orinen antes de que se produzca el incidente involuntario. Esto puede funcionar, pero no permite que el niño se despierte naturalmente como debería hacerlo.
  • Existen algunas alarmas que diseñadas para despertar al niño cuando esté orinando, a tiempo para que este se levante y vaya al baño.
  • Es posible que algunos médicos consideren la opción de prescribir un tratamiento farmacológico; esto dependiendo del origen del problema, pues si se trata de una alteración física es obligatoria la indicación y también si es una causa de tipo psicológica.

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