Amor y paciencia contra los celos de los niños

Amor y paciencia contra los celos de los niños
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 abril, 2020

Los celos es un sentimiento común en los niños, el cual aunque no siempre es comprendido, debe ser tratado como algo natural y que puede resolverse con dos ingredientes esenciales: el amor y la paciencia. En ocasiones los padres podemos ser incomprensivos con nuestros pequeños, no está mal sentir celos, sino cómo los manifestamos; por ello todo puede mejorar si somos tolerantes y mostramos disposición para ayudarlos.

Por lo general los celos son definidos como un sentimiento negativo que merece ser rechazado en todo momento. Sin embargo, cuando pensamos que hasta una criatura inocente los puede sentir, entonces quizá no merezca tal incomprensión. Es habitual considerar a los celos como una manifestación de inseguridad, pero es algo contra lo que se puede luchar, dependiendo del grado de afección y las características de la situación, es posible mejorar.

Lidiar con los celos de los niños es un reto para los padres, en gran medida a veces nosotros mismos somos responsables de que aflore este sentimiento, lo cual es muy difícil de ver. Es importante que estemos conscientes de que no hemos sido injustos con nuestros niños y que de ninguna manera estamos contribuyendo con su inconformidad.

Los celos se controlan con amor y paciencia

hablar con tu hija

La razón de los celos infantiles puede variar de persona a persona, pero en la mayoría de los casos aparecen cuando el pequeño siente que de alguna manera que el amor de sus padres es amenazado. La llegada de un nuevo hermano o pareja de sus padres, es principal desencadenante de los celos; en ocasiones también se produce por la presencia de otros niños y también en relación a otras personas.

Aunque es posible que la reacción de los niños puede ser negativa, es conveniente armarse de paciencia y poner siempre por delante el amor que tenemos a nuestro hijo. Podemos intentar que cambien su actitud, pero siempre con la mejor disposición y evitando realizar acciones que los afecten más; por ejemplo, regañarlos u obligarlos a pedir disculpas.

Los celos comienzan a ser causa de preocupación familiar cuando se vuelven incontrolables y prolongados, de lo contrario se considera una reacción normal que forma parte del proceso de adaptación. Esta etapa por lo general es transitoria y debe tomarse con naturalidad, siempre incorporando grandes dosis de amor y teniendo una paciencia muy elevada.

¿Qué hacer para apagarlos?

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Es normal que la familia de un vuelco y las rutinas se transformen con la llegada de un nuevo bebé, lo más común es que el más pequeño se lleve todas las atenciones y se convierta en el centro del universo. No obstante, cuando hay más niños en la casa es imposible desatenderlos; de manera, que en gran medida los celos infantiles son infundados, que tengamos más cuidados con el recién nacido no implica que dejemos de atender a los demás.

Las herramientas principales deben ser primero el amor y después todo lo demás, pero la paciencia es una petición muy especial, porque cuando la perdemos arruinamos todo, incluso el más hermoso sentimiento. Es recomendable entonces que comprendamos su actitud y hagamos lo necesario por apartar de su mente cualquier idea equivocada; por lo general suele funcionar que se convierta en colaborador para nuestras actividades, pues se sentirá útil y comenzará a sentir que forma parte del hecho.

Las recomendaciones para atacar los celos con amor y paciencia son las siguientes.

  1. Demostremos el amor con tiempo. Es importante que hagamos un tiempo para demostrarles nuestro amor, recordemos que los niños no pueden dar por entendido que los queremos, es necesario decirlo y hacerlo sentir.
  2. Mejoremos la comunicación. Nuestra comunicación con los niños siempre debería ser buena, pero esta situación merece un fortalecimiento especial. Hablar a los hijos con anticipación sobre los cambios que van a ocurrir, es primordial para evitar que los celos los ataquen por sorpresa. Las palabras amorosas deben imperar antes, durante y después del proceso de adaptación.
  3. Hagámoslos partícipes. Implicarlos en los cuidados del nuevo bebé permite enseñarles que nuestras atenciones tienen sentido, verán que hace falta tiempo y cuidados porque él pequeño no puede valerse por sí solo. Su ayuda con el hermanito también le otorga los méritos de ser el hermano mayor
  4. Creemos hermosos recuerdos. Realizar fotos familiares y revisar recuerdos, es una oportunidad para explicarle que todos somos importantes. Ver viejas fotografías de cuando él también era un bebé y hacerle unas nuevas con el recién nacido, siempre es una buena opción
  5. No bajar la guardia. Aunque los primeros meses son los más difíciles, es recomendable permanecer atentos a la actitud del niño celoso por lo menos dos años. Con cada etapa vienen nuevas situaciones, por ejemplo cuando el bebé comienza a caminar y tocar las cosas del hermano; es por ello que debemos permanecer con el mismo interés.

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