¡Alarma!: Todo sobre la obesidad infantil en España
La obesidad infantil en España es una realidad bastante dolorosa. Como ya sabrás, el padecer sobrepeso se vincula directamente con enfermedades graves como la diabetes, las cardiopatías, el cáncer, los problemas en las articulaciones y una baja autoestima, que repercutirá en el desenvolvimiento social del niño.
Según un informe presentado por la Organización Mundial de la Salud en mayo de 2018, un 21% del total de la población infantil sufre de sobrepeso. Al leer estas cifras, resulta paradójico pensar que, por consenso, la mayoría de los nutricionistas recomiendan tanto a adultos como a niños consumir la dieta mediterránea.
Sin embargo, en España los niños no consumen los platillos característicos de la región, sino que en cambio toman cantidades enormes de gaseosas, dulces y comida chatarra y no ingieren frutas y verduras.
La culpa no recae por completo en el tema de la alimentación, también se determinó que los niños españoles son muy sedentarios y sus horarios de descanso son muy reducidos. Todos estos factores definitivamente inciden en el aumento de los índices de grasa corporal.
La obesidad infantil
La obesidad se define como el exceso de tejido adiposo o grasa corporal presente en un individuo. En estos casos, se presenta una gran cantidad de grasa neutra en el tejido adiposo, que rondaría el 20% del total del peso corporal.
Para poder determinar exactamente si una persona, o en este caso un niño, cuenta con sobrepeso excesivo, se deberá realizar una prueba de baremo llamada índice de masa corporal, o por su nombre científico índice de Quetelet.
Con el IMC, se calculará el peso y la estatura usando una fórmula matemática. Según esta fórmula, si la masa corporal del niño tiene un rango de entre 85 y 95, efectivamente se puede considerar que está obeso.
Causas más destacadas de la obesidad infantil en España
Como mencionamos previamente, las causas principales de la obesidad son la mala alimentación y el sedentarismo. Sin embargo, queremos detenernos a hablar detalladamente cada una de ellas.
Mala alimentación o exceso en la ingesta calórica
La causa principal de la obesidad en niños es el llevar una dieta desequilibrada. Esto quiere decir que el pequeño ingiere más alimentos hipercalóricos que alimentos naturales. Ejemplos de estas comidas poco saludables son las harinas refinadas y los dulces con exceso de azúcar y grasas.
No es un secreto que muchos padres, por el ajetreo del día a día, terminan ofreciéndoles a sus hijos comidas rápidas para poder resolver rápidamente los almuerzos o las cenas; entonces, dejan de preparar alimentos balanceados con proteínas, vegetales y cereales.
“La obesidad se define como el exceso de tejido adiposo o grasa corporal presente en un individuo. En estos casos, ronda el 20% del total del peso corporal”
De manera errónea, los sustituyen por pizzas, hamburguesas, tacos, pollo frito o cualquier cosa que pueda ser despachado hasta el hogar y que sea del gusto del pequeño.
No obstante, la alimentación del pequeño debe estar constituida por frutas, verduras, cereales, carnes magras, pescados, grasas saludables, como el aceite de oliva, y frutos secos.
Hoy en día, puedes encontrar miles de recetas que incluyen una gran variedad de platillos fáciles y rápidos de preparar. Gracias a ellos, tus hijos quedarán más que satisfechos; además, los padres mismos podrán controlar que en todo el proceso se usen productos beneficiosos para la salud.
Sedentarismo
El sedentarismo es un problema a nivel mundial que está causando graves estragos. En principio, surge porque las actividades recreativas de la sociedad dejaron de ser al aire libre para convertirse en distracciones que se disfrutan sentados o acostados; dos ejemplos claros son la televisión o los videojuegos.
Lamentablemente, se ha visto cómo incluso los pequeños disfrutan de jugar fútbol, pero detrás de una consola de videojuegos y no en el campo corriendo y compartiendo con sus amigos.
Para garantizar que tu pequeño no caiga en el sedentarismo, es fundamental que realice al menos 150 minutos de ejercicios o actividad física moderada a la semana. Puedes pensar en llevarlo a caminar en el parque, comprarle una bicicleta o incluso pedirle que realice actos tan sencillos como subir las escaleras.
En última instancia, considera que uno de los primeros aspectos en los que el niño con obesidad se va a ver afectado es en su estado emocional y psicológico. Esto puede crear en él una profunda huella que va a dañar su autoestima y confianza y podría acompañarlo durante su vida adulta.
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