Abuelas contra pediatras. ¿Quién gana?

Hay una frase que reza “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. Esto significa que el paso de los años aporta experiencia y no podemos negar que las abuelas ya han criado a sus hijos y pueden ser buenas consejeras. No obstante, la palabra del profesional siempre es importante. Conoce más acerca de este versus, con argumentos de ambos lados.
Abuelas contra pediatras. ¿Quién gana?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 enero, 2024

Las abuelas tienen un remedio para todos los males del bebé, también tienen una opinión y sin dudas una queja sobre las recomendaciones del pediatra. Acostumbran a tomar como referencia aquellos tiempos donde esto no se hacía o aquello era lo que funcionaba; pese a que parezca fuera de lógica, las madres pueden terminar tomando los consejos de la abuela en lugar al del pediatra.

En la mayoría de los casos, los problemas de salud infantil acostumbran a resolverse con el pediatra; pero, si fuera por las abuelas, quizá estos no existirían. Con frecuencia hacemos alusión a los “remedios de la abuela”, que son aquellas soluciones caseras a los padecimientos comunes en los niños; pero no siempre estos gozan de la aceptación de los pediatras.

Sabemos que las alternativas caseras pueden ser muy efectivas, por eso han pasado de generación en generación con mucha conformidad; no obstante, hay casos donde lo más recomendable es acudir al médico. En tal sentido, lo principal es estar conscientes de que pese a la experiencia de las abuelas, el pediatra podría tener la última palabra.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando las abuelas niegan la mayoría de las afirmaciones de los especialistas? Así como recibimos consejos que no hemos pedido, quizá nos veamos en la necesidad de tomar una decisión al respecto. Las abuelas tienen un papel muy importante en la educación de sus nietos, pero los padres tienen la voluntad final en estos casos.

Cuando los pediatras se equivocan

Pese a los avances en materia de salud, aun tenemos un obstáculo en cuanto al diagnostico e tratamiento, pues los resultados siguen quedando a interpretación humana. Es por tal razón que en ocasiones los médicos podrían equivocarse en sus conclusiones sobre una enfermedad; también puede haber errores en la indicación del tratamiento.

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Las equivocaciones de los pediatras son la razón para que las abuelas desconfíen de estos la mayoría de las veces; sin embargo, que los padres reconozcan el error no le da la victoria a la abuela. Consejos sobre la veracidad de los resultados o la efectividad de tal medicamento, es un procedimiento estándar en las abuelas, ¿Quién gana esta batalla?

Diariamente nos enteramos de errores médicos que pueden haber comprometido la salud de los niños; por ejemplo, cuando por equivocación se indica ibuprofeno en caso de varicela. Hace un tiempo se contraindicó la administración aspirinas a niños menores de 12 años, pero hasta ese momento era el fármaco más usado en caso de fiebre o dolor en los pequeños.

Remedios de abuelas y de pediatras pueden convivir

Los expertos saben que no es sorpresa encontrarse en sus consultas con casos ya tratados en casa. Sobre este particular reconocen que con frecuencia las enfermedades de los niños aparecen de madrugada cuando no es posible acudir con prontitud al pediatra; si se presenta fiebre o dolor abdominal es preciso identificar la causa, pero para aliviarlo se puede acudir a la receta de la abuela.

En el caso de padres primerizos, la enfermedad del niño representa una angustia mayor, por lo que la experiencia de la abuela sigue siendo la principal ayuda. Para los especialistas, muchos remedios caseros son efectivos para aliviar ciertos síntomas, sobre todo cuando el doctor no está disponible; sin embargo, recomiendan que solo se proceda de esta manera en períodos intermedios hasta consultar al especialista.

Pediatras afirman que no está de más tener presentes las recomendaciones de las abuelas, en especial para casos de emergencia. Según los expertos, la mayoría de los remedios caseros terminan siendo seguros para los niños, pero advierten sobre su uso prolongado y la falta de revisión médica.

Las abuelas los mejores amigos de tu hijo

Otra opinión profesional sugiere que solo se tome como alternativa la receta casera cuando el médico ha realizado un diagnostico previamente, esto para evitar posibles complicaciones. Por ejemplo, para bajar la fiebre es muy efectivo un baño; pero, si no conocemos la causa de este síntoma, podríamos perjudicar al niño en caso de enfermedades pulmonares.

De manera que, los remedios de la abuela pueden ser aplicados para aliviar dolencias, siempre y cuando el niño haya sido revisado por el pediatra y tengamos un diagnostico. También se puede aceptar el tratamiento sintomático en caso de emergencia antes de acudir al médico, pero solo cuando se espera a que llegue el momento de tratarlo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.