7 ejercicios para mejorar el equilibrio de los niños

Están pensados para diferentes edades, son divertidos y serán de mucha utilidad para reforzar la estabilidad. ¡Atrévete a probarlos!
7 ejercicios para mejorar el equilibrio de los niños
María José Martínez

Revisado y aprobado por la pediatra María José Martínez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 noviembre, 2023

Los ejercicios de equilibrio para niños les ayudan a posicionarse mejor en el espacio, en especial, cuando están aprendiendo a caminar. Son importantes porque refuerzan la estabilidad, benefician la postura y les permiten desarrollar habilidades motrices.

Pero, para garantizar la eficacia de los ejercicios de equilibrio para niños, debemos promover que los practiquen alternando estática y dinamismo, ojos abiertos y cerrados. Ahora, sí puedes comenzar cuánto antes con esta selección que te ofrecemos.

Los más efectivos ejercicios para trabajar el equilibrio

Te presentamos una serie de ejercicios que pueden ponerse en práctica durante todo el proceso de crecimiento del niño, respetando la etapa de desarrollo en la que se encuentre y sus propias habilidades. Es necesario que toda actividad física se presente como un momento de disfrute y se personalice.

1. Equilibrio en un solo pie

Hacer que los niños mantengan un pie en el suelo y el otro sobre un banquito es uno de los ejercicios más sencillos para mejorar el equilibrio. El grado de dificultad se eleva si, en vez de una superficie estable como un banco, lo reemplazas por una pelota.



2. Tablas de balanceo

Una tabla de balanceo o equilibrio es una superficie de plástico o madera que tiene una forma curva por debajo. Los especialistas consideran que favorece el equilibrio, desarrolla los sentidos y potencia la musculatura, en niños que ya pueden caminar.

Ayúdalos a colocar un pie en cada extremo del implemento de modo que intenten conservar la estabilidad. El solo hecho de permanecer unos segundos erguidos será un gran logro para los pequeños.

3. Caminata sobre cintas

Pega dos líneas de cinta de color sobre el suelo para simular una barra de equilibrio. En los primeros intentos, ubícalas a una distancia de unos quince centímetros para que tenga un margen más ancho. Luego, para aumentar el nivel de dificultad, deja solo 10 centímetros entre ellas.

Los niños deben caminar por el espacio entre las cintas y, si tocan una de ellas, volverán al inicio de la ruta. Una vez que superen este reto, coloca una barra de madera que esté elevada sobre el piso. Para evitar accidentes, pon una superficie acolchada (una alfombra o colchoneta) que los reciba de forma segura en caso de una caída.

Mejorar el equilibrio en los niños contribuye al desarrollo de sus habilidades motrices.

4. Rayuela

De entre las opciones tradicionales de juegos de equilibrio para niños, este resulta maravilloso para pasar un rato de diversión familiar. Para jugarlo, traza la figura con líneas y pídeles que hagan todos los saltos y movimientos con un solo pie. Puedes hacer variaciones usando ambas extremidades o alternándolas cuando tú lo indiques.

Un estudio publicado en la Revista Ciencia y Desarrollo resalta la incidencia que tiene este juego en el desarrollo de la psicomotricidad. En específico, señala que perfecciona el control postural, trabaja el equilibrio estático y dinámico y optimiza la mecánica de caminar, correr y saltar.

La rayuela es un muy buen juego para mejorar el equilibrio de los niños.

5. Balance en el trampolín

En un trampolín instalado a una altura segura para los niños, invítalos a pararse sobre un pie en el extremo. Para exigirles un poco más de esfuerzo, haz que otra persona camine a lo largo de la superficie mientras conservan su postura. Es adecuado para el desarrollo físico y puede ser muy divertido.

6. Pelotas de gimnasia

Otra excelente actividad para ejercitar el equilibrio de los niños es sentarlos sobre una pelota de gimnasia o Fitball. El reto es que no pueden poner los pies sobre el suelo. Si les resulta muy fácil, proponles realizar otra tarea mientras conservan esa posición. Un buen ejemplo sería un juego de mesa; mientras permanecen sobre el balón.

7. Montar en bicicleta

Sin duda, uno de los ejercicios que más contribuye a mejorar el equilibrio de los niños es montar bicicleta. Haz que empiece con un nivel de complejidad bajo, por ejemplo, las bicicletas sin pedales son ideales para los más pequeños, pues ayudan a desarrollar el equilibrio y la coordinación.

Otra alternativa es que tu pequeño use una ruedas de apoyo. Una vez que se hayan apropiado de movimientos para desplazarse y sientas que están listos para el siguiente paso, retíralas. No obstante, permanece cerca para sostenerlos, si es necesario. Cuando ganen confianza podrán hacerlo por sí mismos.



Y en el caso de los bebés

Además de los 7 ejercicios señalados, hay alternativas para trabajar el equilibrio, si se trata de un bebé. En este particular, puedes balancearlo en tus brazos o, si estás sentada en una mecedora, ayúdalo a adoptar distintas posiciones, siempre adecuadas a su edad y según la pauta del pediatra.

Utilizar el portabebés tipo canguro o la técnica del «porteo ergonómico» resulta un buen recurso para practicar la posición vertical.

De igual modo, puedes probar a levantarlo tomándolo por las axilas para estimularle el reflejo de la marcha. Y si ya está dando sus primeros pasos, le haría bien caminar descalzo por suelos irregulares como la arena de la playa o el césped.

La importancia de la nutrición en el equilibrio de los niños

El tema de una buena nutrición es crucial para complementar los ejercicios que promueven el desarrollo del equilibrio en los niños. Esto se debe a que el exceso de grasa en la región abdominal altera la geometría corporal y aumenta el riesgo de caídas. Además, los niños con obesidad tienen pies más planos por presentar una almohadilla de grasa en el medio pie que afecta la zona de soporte de peso.

La locomoción y la coordinación, en consecuencia, se encuentran limitadas, lo cual contrarresta la participación en actividades de equilibrio de los niños con sobrepeso. Las consecuencias podrían ser duraderas, aun si al crecer mejoran sus hábitos alimenticios. Por esta razón, lo mejor será actuar desde la infancia enseñando conductas alimentarias saludables que sirvan para prevenir la obesidad.

Recomendaciones finales

Para ayudar a los niños a ubicarse en el espacio, busca alternar los ejercicios propuestos pidiéndoles que cierren los ojos al ejecutarlos. Esto mejora el equilibrio dinámico, que mantiene erguido y estable al niño cuando hace ejercicios. Así como también el estático, que lo equilibra cuando permanece quieto o sin movimiento.

«El entrenamiento del equilibrio debería realizarse antes de aprender a leer, escribir o calcular, ya que es un precursor de habilidades cognitivas superiores».
Elizabeth Gavilanes

Estos sencillos ejercicios de equilibrio para niños pueden ponerse en práctica tanto en casa como en la escuela. Con ellos, garantizas el desarrollo de habilidades motrices básicas para el crecimiento. Recuerda que la dimensión física interviene directamente en las bases cognitivas.


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