7 claves para tener una maternidad feliz

La maternidad es una experiencia comparable con pocas cosas en la vida. Aunque no está exenta de complicaciones e incluso tristezas, es posible vivirla plenamente y llena de alegría.
7 claves para tener una maternidad feliz
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 29 diciembre, 2019

Nada se compara con una maternidad feliz. Se trata de una de las experiencias más sobrecogedoras de la vida; implica cambios abrumadores, pero también descubrimientos maravillosos. De ahí que no se deban ahorrar esfuerzos para lograr que todo transcurra plácidamente.

La forma en que se vive la maternidad depende de la actitud que se adopte. Lo que está claro es que se viene encima una experiencia llena de emociones, por lo que es importante disponerse a vivirlas con entusiasmo y no con angustia.

Claves para tener una maternidad feliz

Aunque no existe un manual para tener una maternidad feliz, sí hay algunos consejos que pueden adoptarse. Estos ayudan a sobrellevar mejor este mágico, pero también agobiante, momento de la vida. Te presentamos algunos de ellos.

La confianza

Es importante cultivar una actitud de confianza. La madre debe creer en sí misma y en su instinto, pero también en la vida. Esperar lo mejor y convencerse de que todo va a estar bien. Debe saber que, si se presenta una dificultad, encontrará la manera de resolverla.

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Lo contrario de la confianza es la angustia, es decir, suponer que siempre va a ocurrir algo malo. Si se permite que la inseguridad crezca, todo comienza a entorpecerse. Es mejor trabajar para desarrollar una actitud positiva y así tener una maternidad feliz.

Aprender a pedir ayuda

Algunas mujeres no quieren ser madres, sino “súper madres”. Tener siempre todo bajo control y hacerlo todo perfecto; cuando no lo logran, se sienten culpables. Piensan que una buena madre jamás flaquea.

Ninguna madre puede ocuparse de todo siempre. Por el contrario, en muchas ocasiones hay que pedir ayuda. Esto no significa, ni mucho menos, que ella no sea capaz. Implica simplemente que es un ser humano y no una máquina infalible.

Hacer pausas inteligentes

Este punto complementa al anterior. Si una madre se sobrecarga de trabajo, no logrará tener una maternidad feliz. Más bien lo contrario, poco a poco se sentirá cada vez más agobiada. Esto estropea su salud física y mental.

Por eso es necesario hacer pausas con relativa frecuencia y tomarse un par de horas para sí misma, es decir, para el disfrute personal. Bien para salir a un lugar que la relaje o simplemente para descansar de la rutina durmiendo un rato.

No idealizar la maternidad

Una madre no es alguien que lo sabe todo, y tampoco una persona que pueda evitar cualquier tipo de daño sobre su hijo. Mucho menos es alguien que acierte en sus decisiones y conductas al cien por cien.

Los niños ven en su madre a alguien omnipotente. Es parte de su desarrollo que lo perciban así. Sin embargo, eso está lejos de la realidad, pues todas las madres son personas y la maternidad es un arduo trabajo diario. Una madre excelente cometerá miles de errores, pero la maternidad tiene mucho de magia.

Buscar apoyos

Para vivir una maternidad feliz se requiere de mucho apoyo. En parte lo brinda la pareja, y también, en ocasiones, la familia extensa. Sin embargo, hay un soporte mucho más eficaz: las pares. Otras mujeres que estén viviendo la misma experiencia pueden proporcionar una ayuda invaluable.

Construir una pequeña red de apoyo con otras madres es una magnífica idea. Ayuda a hacer catarsis, a resolver dudas y a fortalecer solidaridades. Nadie entiende más a una madre que otra. Si se cuenta con amigas, hay mayor oportunidad de tener una maternidad feliz.

Asimilar la separación

La tarea de la separación entre una madre y un hijo comienza desde el momento del nacimiento. De ahí en adelante el bebé empieza su propia aventura en el mundo. De eso precisamente se trata el crecimiento y la evolución.

Una madre es siempre alguien especial.

Este es uno de los aspectos más difíciles para la mayoría de las madres. No es fácil aprender a tomar la distancia correcta, se requiere de sentido común, pero sobre todo de mucho amor para aprenderlo. Es imposible vivir una maternidad feliz sin ser consciente de los apegos y desapegos.

Forjar una opinión independiente

Desde que una madre comienza la gestación empieza a escuchar consejos de otros. A veces también hay cuestionamientos y críticas; en otras ocasiones, halagos y expresiones de admiración.

No se puede tener una maternidad feliz si se depende mucho de la opinión de los demás. Es importante fortalecer el criterio propio. Guiarse por el propio instinto y confiar en que siempre se está haciendo lo mejor que se puede. También, por supuesto, hacer oídos sordos a las opiniones negativas y poco constructivas.


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