5 cosas que necesitas hacer tras saber que estás embarazada
¿Acabas de saber que estás embarazada? Enhorabuena, ahora te contamos las 5 cosas que necesitas hacer tras saber que estás embarazada. No te lo pierdas.
5 cosas que necesitar hacer tras saber que estás embarazada
1. Cuándo decir la gran noticia
Decir cuándo dar la gran noticia no es algo fácil, tu pareja y tu tenéis varias opciones:
- Anunciarlo de inmediato con la esperanza de que los familiares y compañeros de trabajo, se alegren por la noticia.
- Dar la gran noticia justo después de que finalice el primer trimestre, cuando el riesgo de aborto espontáneo se reduce considerablemente.
- Esperar unos cuantos meses antes de decir a tus colegas y jefes en el trabajo, por miedo a que el trato sea diferente.
” Tomar la decisión de tener un bebé es trascendental: significa decidir que desde ese momento tu corazón empezará a caminar también fuera de tu cuerpo”.
-Elizabeth Stone-
2. Información médica
Es fundamental que durante esta primera visita, el médico se informe con el mayor detalle posible de todos los aspectos relacionados con tu salud que pudieran tener alguna repercusión en el embarazo.
Recopila toda la información médica que tengas en casa sobre tu salud:
- Cirugías previas
- Medicamentos que ingieres habitualmente
- Enfermedades que has padecido
- Problemas genéticos en tu familia o en la de tu pareja
- Vacunas que tienes.
Además de la información que proporcionas, el ginecólogo debe realizar diversas pruebas:
- Análisis de sangre: con la finalidad de detectar enfermedades como la toxoplasmosis, la rubeola, la hepatitis y las enfermedades de transmisión sexual.
- Análisis de orina: para detectar infecciones.
- Reconocimiento físico: con la medición de la estatura, peso, tensión, auscultación cardíaca y pulmonar.
- Ecografía: breve ecografía en búsqueda del latido fetal.
3. Tu cuerpo va a cambiar considerablemente
Cada embarazo es diferente al igual que sus síntomas, aunque hay muchos síntomas que son comunes a todos ellos. De cualquier forma es bueno que estés informada para que no te tomen desprevenida y aceptar los cambios en tu cuerpo.
Los síntomas más comunes son:
- Náuseas
- Vómitos
- Fatiga
- Estreñimiento
- Ganas de orinar con frecuencia
- Antojos
- Crecimiento de la barriga
- Cambios en el cabello y uñas
- Manchas en la piel
- Acné en la cara
- Tobillos y pies hinchados
- Estrías
- Varices
4. No ingerir alimentos crudos o expuestos a bacterias
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito que puede vivir dentro de las células de los seres humanos y de los animales, sobre todo de los gatos y de los animales de granja.
Es un organismo capaz de atravesar la placenta, es extremadamente peligroso para el feto. Si el parásito atraviesa la placenta e infecta al bebé podría provocar muchas consecuencias:
- Graves lesiones en el cerebro
- Lesiones en los ojos
- Pérdida de la audición
- Problemas de aprendizaje
- La muerte del bebé.
Estos son los alimentos que debes evitar:
- Quesos no pasteurizados
- Zumo de frutas no pasteurizados
- Huevos crudos
- Ensalada que no sea tratada previamente
- Jamón o chorizo
- Pescado, carne, mariscos, patés o comidas no procesadas
5. Haz ejercicio
El ejercicio puede ayudarnos a que nos encontremos mejor y a mantener el peso adecuado, y además puede contribuir a aliviar o prevenir el malestar durante el embarazo. Siempre que el médico o ginecólogo no recomiende lo contrario, recordemos que cada embarazo es totalmente diferente, incluso siendo la misma mujer.
No obstante, si previamente al embarazo el ejercicio lo practicabas de manera habitual nos puede dar más energía y preparar el cuerpo para el trabajo de parto, aumentando el nivel de fortaleza muscular y de optimismo.
Dentro de los ejercicios no debemos olvidar el ejercicio de perineo. Lo mejor es que te informes sobre cómo ejercitar los ejercicios Kegel, después lo agradecerás.
Los ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo, más conocidos como ejercicios de Kegel son unos movimientos destinados a fortalecer los músculos del suelo pélvico. Es decir, los músculos que sostienen la uretra, la vejiga, el útero y el recto.
Debido a que los ejercicios de Kegel mejoran la circulación de las áreas rectal y vaginal, pueden ayudar a mantener las hemorroides acorraladas y posiblemente acelerar la cicatrización después de una episiotomía o un desgarro durante el parto.
Así que mucha suerte y bienvenida al mundo de la maternidad, vas a recorrer un camino apasionante.
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