5 beneficios de una buena hidratación durante el embarazo
La correcta hidratación durante el embarazo es básica, necesaria y obligatoria. No hay que olvidar que entramos en un proceso en el que tienen lugar una serie de cambios fisiológicos. El agua jugará un papel vital, pues nuestros requerimientos aumentan en este sentido.
La ingesta de agua diaria por parte de la mujer embarazada aumenta como mínimo en 300 mililitros. De esta forma nuestro organismo dispone de la cantidad necesaria para atender a la formación del líquido amniótico en su correcta dirección.
Además, la ingesta de agua durante el embarazo en mayor medida mejorará el crecimiento normal y adecuado del feto y añade energía que hace falta en este maravilloso y complejo proceso en el que nos encontramos como madres.
Por qué es necesaria una buena hidratación durante el embarazo
Durante el embarazo, el organismo establece mecanismos preventivos con el fin de disminuir el umbral de la sed, así que cuando sentimos que hemos de beber agua, suele ser porque el proceso de deshidratación comienza a a tener lugar.
Por ello es beneficioso ingerir no menos de 2,3 litros de agua al día. Para eso, debemos establecer períodos regulares de tiempo que en ningún caso superarán las 5 horas.
No hemos de olvidar que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, en conjunción con el Instituto de Investigación del Agua y la Salud, recomiendan que cada embarazada aumente la ingesta hídrica en no menos de 300 mililitros diarios, tal como comentamos al inicio de este artículo.
Es por tanto muy importante tratar de evitar la sensación de sed, pues así no solo mejoraremos el estado de nuestro propio organismo, también la salud del feto y futuro bebé, que gozará de los cuidados óptimos con esta medida.
Beneficios una buena hidratación durante el embarazo
Además de todo lo anteriormente expuesto, una buena hidratación durante el embarazo aporta otros muchos beneficios que mejorarán el bienestar tanto de la madre como del propio niño. Conozcamos los más importantes:
- La ingesta de dos litros de agua al día proporciona los oligoelementos y los minerales esenciales que necesita cada organismo para satisfacer las necesidades y funciones habituales. Como dijimos, en madres embarazadas hay que aumentar la toma hasta los 2,3 litros como mínimo.
- El beber agua mineral natural supone una ventaja frente a otro tipos de líquidos, pues están protegidas por la contaminación que se puede encontrar en otras, aunque hayan sido filtradas. De esta forma aseguramos que tomamos los minerales y oligoelementos en su estado más natural, puro y beneficioso.
- El agua no contiene calorías, por lo que es fantástica para seguir con los hábitos de vida saludables a lo largo de todo el embarazo. Por eso debemos priorizar siempre su ingesta por encima de cualquier otro tipo de bebidas.
- Además, el agua permite a nuestro organismo el transporte de nutrientes, la eliminación de desechos, una correcta digestión y un cuidado especial del peso, tan necesario en este proceso del embarazo.
- Por último, un quinto beneficio que debemos destacar es que el agua ayuda poderosamente al trabajo de los riñones, por lo que mejora el tránsito intestinal al ayudar a regularizarlo.
Es evidente que una correcta hidratación durante el embarazo no solo aporta grandes beneficios, además es necesario para que la gestación del bebé sea adecuada y el organismo supere el proceso sin complicaciones. Así lo evidencia un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism .
Recuerda, tu bienestar es muy importante, no solo por la salud de tu niño, también por su propio desarrollo. Cuanto mejor te encuentres tú, más atenciones y felicidad recibirá tu hijo, de ahí la importancia de la ingesta de agua.
Otros beneficios de la ingesta de agua
Además, hay otros beneficios que merecen la pena ser resaltados. Por ejemplo, un organismo bien hidratado está más purificado, por lo que se reduce el riesgo de infecciones en el tracto urinario. Además, una correcta ingesta de agua ha demostrado reducir el riesgo de comer en exceso, debido a la modulación del apetito.
También ayuda a mejorar en la rebaja de la retención de líquidos, la depuración de toxinas en la sangre, la hidratación del saco amniótico, la reducción de los riesgos de hipertensión, el estado de la piel e incluso a problemas como el estreñimiento, las hemorroides o las nauseas matinales.
Así que no lo dudes y mantén la correcta hidratación durante el embarazo de todo el cuerpo. Tanto el organismo como tu hijo te lo van a agradecer.
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