9 cuentos sobre la gratitud para niños

¿Qué mejor que sentirse orgullosa por la educación que un hijo demuestra en su vida cotidiana? Te contamos sobre algunas historias ideales para fomentar la gratitud.

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Francisco María García

Última actualización: 08 octubre, 2022

Los cuentos sobre la gratitud para niños constituyen una forma ideal para enseñarles uno de los valores más importantes a los más pequeños de la casa. ¿Conoces las alternativas que te planteamos en la siguiente enumeración?

La gratitud es un sentimiento que tiende a ser subestimado y, en los últimos años, se ha ido perdiendo. Por ese motivo, resulta vital transmitirle a los niños su importancia. Qué mejor manera de hacerlo que a través de entretenidos cuentos, escritos y pensados especialmente para ellos.

9 cuentos sobre la gratitud para niños

Existen tres condiciones para sentir gratitud, las cuales se encuentran en menor o mayor medida en los cuentos que te recomendamos:

• Reconocimiento de que se ha dado un beneficio y que fue causado por una fuerza externa.
• Los personajes reconocen que lo que obtuvieron es realmente un beneficio y le otorgan valor y, mientras más valor, mayor el agradecimiento.
  
• Los personajes comprenden que el benefactor tenía intenciones positivas, que el beneficio tuvo un costo y por ende, implicó un esfuerzo.

Vamos juntos a descubrirlas.

1. El loro y la cacatúa

Este cuento es ideal para enseñar la gratitud a los niños en casa o en la escuela. Se trata de la historia de un loro y una cacatúa que se ayudan y enamoran, pese a que sus respectivas especies no se llevaban para nada bien.

El conflicto entre los loros y las cacatúas era muy antiguo; para evitar peleas, habían dividido el bosque en dos partes. Los loros tenían prohibido ir a la parte de las cacatúas y viceversa.

Mientras existía esta prohibición, un lorito tenía el deseo de recorrer el mundo, pero para ello debía tomar un barco. El problema es que para llegar a la costa pasaría por el bosque de las cacatúas y su vida correría peligro.

A pesar del miedo, el pequeño loro se arriesgó. En el camino, se encontró a una hermosa cacatúa; su nueva amiga, en vez de entregarlo, decidió ayudarlo y le construyó un disfraz para que se pareciera a ella.

El disfraz fue tan efectivo que el lorito logró pasar desapercibido entre miles de cacatúas y cruzó a salvo la frontera. Antes de irse, el loro le agradeció a su nueva amiga por la ayuda y le prometió volver a verla al regresar de su viaje de aventura.

2. Mirando por la ventana

‘Mirando por la ventana’ es un cuento muy hermoso que no solo fomenta la gratitud, sino también la solidaridad y empatía hacia personas que están pasando por situaciones difíciles.

Esta historia trata sobre un niño que se enfermó y debió pasar muchos días de reposo en su cuarto. De forma adicional al malestar que sentía, el niño estaba muy triste porque ningún amigo podía acercarse a él, dado que padecía una enfermedad muy contagiosa.

Un día, el protagonista estaba observando muy triste la ventana, cuando de repente vio un pingüino comiendo un bocata de chorizo. El pingüino lo saludó y se fue.

Al día siguiente, apareció un mono en pañales inflando un globo, y al otro un cerdo tocando la pandereta. Estos locos personajes le alegraban sus días y lo hacían reír sin cesar.

Cuando el pequeño se recuperó y fue de nuevo al colegio, le contó a su mejor amigo estas locas apariciones que tanto lo ayudaron en su recuperación. Mientras lo hacía, vio algo extraño que salía del bolso de su amigo; al preguntarle, este le enseñó todos los disfraces que había utilizado para alegrar a su amigo mientras estaba convaleciente.

3. El pez de oro

La historia del pez de oro es una adaptación de un cuento ruso; no solo destaca la gratitud, sino también los peligros de la ambición excesiva. Cuenta la historia de dos ancianos que vivían a la orilla del mar, en una humilde cabaña.

Un día, el hombre salió a pescar y lo único que consiguió fue un pequeño pez dorado que, para sorpresa de todos, hablaba. El pez le pidió al hombre que lo dejara en libertad y le concedería todos sus deseos.

Así lo hizo el humilde pescador; entonces, el pez se lo agradeció con mucho pan para varios días. Sin embargo, la esposa del pescador no estaba satisfecha y le exigió al anciano que volviera al mar a pedirle al pez una casa más digna.

En esta ocasión, la mujer le exigió al anciano que atrapara al pez y, de esa forma, le obligase a cumplir sus deseos por toda la vida. El anciano se acercó al pez y le dijo lo que su mujer pretendía; sin embargo, el pez dorado se enfadó y no solo desapareció en el mar, sino que le quitó todo lo que le había dado.

4. La araña agradecida

Este hermoso cuento pone las leyes de la naturaleza de cabeza. Pues sí, una araña hace lo que hace para alimentarse desde que apareció sobre la tierra: una red.

Y como ha ocurrido desde entonces, un insecto ‘incauto’ cayó en la telaraña y el arácnido comenzó a cubrirlo con más hilo y a paralizarlo. No obstante, la presa le ofreció a la cazadora algo que sí la dejó de verdad paralizada, pensativa y conmovida: amistad.

5. La abuela

En esta historia para enseñar la gratitud veremos a una abuela poco común, no cose, no borda, no sabe cuentos. Sin embargo, tiene un don especial, acaso por su larga experiencia: sabe reconocer cuándo alguien necesita ayuda y cómo darla.

Te invito a conocerle.

6. El agradecimiento cambia la vida

Dos semillas que se convierten en brotes ven todo a su alrededor como si se tratara de una afrenta. Se quejan y quejan por no ser como lo que ven, hasta que una voz sabia les dice: dejen de quejarse y sean agradecidos.

Uno de los arbolitos escuchó y atendió, el otro oyó y desechó. Uno creció grande y fuerte, el otro malhumorado y débil. ¿Quieres saber cuál?

7. Gracias y buenas noches

Un trío de amiguitos se reúnen para una pijamada y entre juegos y risas agredecen la existencia de un globo rojo, la presencia del sol y la luna, el canto de un ruiseñor y las canciones de cuna. Y sobre todo, los cuentos para dormir y agradecer.

8. El mounstruo de los mountruos

Otro cuento como el anterior, escrito por Patrick McDonnell, narra el mal humor y la infelicidad de tres personajes cuya palabra favorita para todo es ¡No!

Un día unieron todo su talento gruñón para crear un mounstruo y cuando con un rayo lo despertó a la vida, el enorme Frankenstein pronunció una única y poderosa palabra: ¡Gracias!

9. La Cigarra y la Hormiga

Es este el clásico e inolvidable cuento de la Cigarra que canta y se divierte y la Hormiga que trabaja y se prepara para el invierno.

Pero la Hormiga trabajadora tiene el corazón fortalecido por el esfuerzo, escucha los lamentos de la Cigarra y a pesar del maltrato que le infligió en el verano tuvo compasión para socorrerla en el duro invierno.

¡Ojalá el arrenpetimiento de la Cigarra sea sincero!

En síntesis, estos nueve cuentos sobre la gratitud para niños son ideales para enseñarles esta y otras virtudes con historias entretenidas. Y, en general, la literatura infantil es un instrumento a través del cual se le ofrece a los más pequeños, conocer experiencias de vida que sirven para reforzar esta clase de valores y sentimientos. Así, será posible formar seres humanos más empáticos y respetuosos consigo mismos y los demás.