11 ejercicios de la estimulación prenatal

Aunque nos resulte extraño, el aprendizaje de los niños comienza incluso antes de nacer. El tercer trimestre, cuando el sistema nervioso del bebé ya está desarrollado y preparado para funcionar, es el momento de dar inicio a los ejercicios de la estimulación prenatal.

Esta estimulación, además de desarrollar a nivel físico y emocional al bebé, fomenta vínculos afectivos con los padres. Es importante que para que estos ejercicios den resultado se realicen una vez al día, teniendo en cuenta que no es conveniente agotar al bebé con excesos. La estimulación prenatal acabará convirtiéndose en una rutina normal en el día a día.

En este artículo vamos a ver en qué consiste, qué tipos hay y también algunos ejercicios para efectuar durante el tercer trimestre. En este lapso, la mielinización de las células, la cual acelera la conducción de los impulsos nerviosos y por ende la comunicación sincronizada de las neuronas, tiene una intensidad máxima.

Si estás embarazada, sigue leyendo porque te interesará conocer cómo estimular a tu bebé desde el vientre.

¿Qué es la estimulación prenatal?

La estimulación prenatal es una forma de favorecer y potenciar el desarrollo infantil. Ello se logra a través de una serie de ejercicios y prácticas que parten de las evidencias de que el feto manifiesta respuestas a diversos estímulos como sonidos, vibraciones, movimientos y luces. Así lo plantean muchas investigaciones, entre ellas una sobre intervención educativa antes de nacer, desarrollada en la Universidad de Salamanca.

Dichas recepciones sensoriales se consideran experiencias e informaciones esenciales para estructurar el cerebro, formar el sistema referencial, esto es, las impresiones grabadas en la memoria en forma de experiencias y sensaciones, que preparan al niño para reaccionar ante las emociones.

Este conjunto de ejercicios entra en lo que se conoce como educación prenatal, la cual abarca conocimientos y actuaciones que los padres incorporan con el fin de crear las mejores condiciones para la concepción y el desarrollo del niño en todas sus etapas.

Tipos de estimulación prenatal

A continuación te contamos cuáles son los tipos de estimulación prenatal.

• Estimulación motora. Estos ejercicios desarrollan la percepción del espacio y el movimiento en el bebé, basados en las distintas posiciones de la madre.
• Estimulación visual. Trabaja la estimulación de la retina con la intención de que el bebé se vaya adaptando a la luz. Prepara al pequeño para el entorno de su nacimiento y fomenta su curiosidad y atención.

• Estimulación sensorial. Tocar la barriga en distintos momentos del día es una manera de establecer contacto y comunicación con el bebé. Una forma de decirle ¡hola, bebé!, como el título de esta publicación de la Unicef. Puedes hacer ejercicios usando distintas maneras de tocar tu vientre, como palmaditas, caricias, roces.
• Estimulación auditiva. Uno de los primeros sentidos que se desarrollan en el bebé es la audición, así lo refiere este estudio sobre el desarrollo musical de los 0 a los 3 años. Por eso es recomendable realizar ejercicios para desarrollarlo, por ejemplo, escuchar música, producir distintos sonidos, hablarle, entre otros.

11 ejercicios de estimulación prenatal

La estimulación está diseñada de tal manera que si la madre está feliz, fomenta esa actitud. Pero, si está preocupada, las sesiones, en cambio, incidirán positivamente en el humor y sentimientos acerca de su embarazo. Los ejercicios de estimulación prenatal que a continuación te proponemos resultarán, en ambos sentidos, muy apropiados.

1. Balancéate en una mecedora o baila

Siéntate en una mecedora y balancéate de manera suave y con un ritmo definido. Al respecto, en un estudio publicado en la revista UNEMI se explica que el feto se siente complacido y confortado por efecto de los balanceos «debido a que cuando la gestante se ejercita, los músculos de su abdomen realizan una especie de masaje agradable y calmante».

Balancearte en una mecedora, o bailar, trabajan el equilibrio a partir de las posturas corporales y la percepción y discriminación del movimiento, lo cual le permitirá al bebé diferenciar cuando esta está en movimiento y cuando está en quietud. Así lo refiere un artículo sobre la importancia de estimular a las madres gestantes, publicado por la revista Boletín Informativo.

En ese sentido, aprovecha algunos ratos al día para bailar, unas veces con movimientos lentos, girando con suavidad. Otras veces aprovecha a tu pareja y bailen los dos juntos. Estarás estimulando al bebé a nivel motor y sensorial.

2. Prueba distintos sabores

Aunque parezca sorprendente, las experiencias tempranas con los sabores, bien a través del líquido amniótico, o bien a través de la leche materna, marcan los gustos y preferencias posteriores.

Los estudios sobre el impacto de la exposición a variedad de sabores desde el útero mejoran los resultados en cuanto a la dieta a largo plazo. Toca a la mami tener una dieta variada durante el embarazo y la lactancia.

3. Báñate en la piscina

El ejercicio acuático contribuye al alivio del dolor lumbar, reduce la hinchazón de los miembros inferiores y ayuda a controlar los niveles de grasa. Además, las mamás que llevan su pancita a la pileta reportan sentimientos positivos y disminución del malestar físico y de la fatiga.

Por otro lado, investigaciones como esta, publicada en la Revista de Investigación de Actividades Acuáticas, establecen una relación entre el ejercicio acuático y el aumento del líquido amniótico, lo que contribuye al bienestar del feto.

4. Mueve una linterna sobre el vientre

Pon una linterna y muévela sobre el vientre para que el pequeño pueda seguir la luz. Pocas madres estimulan a los bebés con linternas u otros focos luminosos, porque consideran que la luz no es capaz de atravesar la piel de la madre, y que el feto está sumido en completa oscuridad.

Muy por el contrario, la técnica propicia en el bebé una mejor discriminación visual durante la primera infancia; y si se acompaña la linterna con filtros de colores, la estimulación se potenciará.

La evidencia científica, reseñada en un artículo de la revista Early human development demuestra que la estimulación lumínica cambió el estado de comportamiento de los fetos, así como también con respecto a los estímulos vibroacústicos. De hecho, se observaron cambios de estado con frecuencia, independientemente del estado de comportamiento antes de la estimulación.

5. Aprovecha el buen clima

En el primer trimestre, no te pierdas una caminata al aire libre, en el parque o en la playa, durante unos 10 minutos, con respiraciones profundas. Para el segundo trimestre puedes doblar el tiempo.

Importante realizar ejercicios de respiración y relajación para construir en un entorno vegetal un estado de serenidad, coordinación y armonía, que establecerá nexos directos con el feto. Estas y muchas otras recomendaciones las puedes leer en este programa de estimulación prenatal divulgado en la revista Ciencia Latina.

6. Acaricia tu barriga e incorpora un masajeador

Utiliza la palma de la mano y acaricia con suavidad tu barriga. Es la práctica más común por ser espontánea y no requerir capacitación previa. Aumenta su capacidad estimulante si participa el padre y se usan masajeadores.

Los masajeadores u otros elementos que generen vibraciones se recomiendan porque estas se transmiten a través del líquido amniótico y son captadas por los receptores fetales. Así lo refiere esta publicación sobre un programa de estimulación prenatal publicado en la revista Ciencia Latina.

Hablamos también de caricias fetales y presión delicada, con el uso de pañuelos o pelotitas.

7.  Hazte masajes con cremas

Utiliza tus rutinas de echarte crema para estimular a tu bebé. Realiza movimientos circulares sobre tu barriga con la crema que te hayas aplicado. La idea es sentir diferentes partes de su cuerpo.

Una crema antiestrías, como la descrita en esta publicación de la Universidad de Salamanca, con base en centella asiática y que te apliques dos veces al día, redundará en beneficios para la elasticidad y el colágeno de tu piel.

8. Toca con la punta de los dedos

Haz toques cortos con la punta de tus dedos en distintos lugares de tu barriga. Y cuando tu bebé de pataditas presiona suavemente la misma zona.

Una sesión descrita en una tesis sobre estimulación prenatal en mujeres en el último trimestre de embarazo, nos sirve de síntesis de los ejercicios que hemos presentado.

«Estas presiones se irán desplazando en el vientre y en todas las direcciones posibles, primero solo la presión de los dedos por todo el vientre, luego la presión de la mano y luego la del puño, y para finalizar enlazamos las tres formas en serie: dedos, palma, puño-dedos, palma, puño, etc.».

9. Habla con el bebé

Esto te permitirá comunicarte con tu bebé como si él ya estuviera fuera del útero. Háblale como lo harías si ya lo tuvieras contigo, y cántale. El papá también puede hablarle, así irá reconociendo las voces y fomentará los vínculos afectivos.

En el tercer trimestre, la voz materna crea una conexión especial con el feto al regular su estado emocional y deriva en consecuencias positivas en cuanto a la adquisición y el aprendizaje del lenguaje.

También, potencia el desarrollo de la memoria y el aprendizaje, según los datos que aporta el artículo «Es dependiente al sonido de mi voz». Percepciones maternas de las interacciones musicales cantadas entre madre e hijo, publicado por la Revista Electrónica Complutense de Investigación en Educación Musical.

10. Escucha música, el bebé percibe los sonidos del exterior

Hazlo siempre con un volumen adecuado. Esto hará que haya una conexión entre el bebé y el mundo exterior. Depende de la música que le pongas, el ritmo y velocidad, el bebé puede sentirse relajado o agitado. Lo recomendable es que escuches música instrumental.

Además de la música, todos los sonidos preparan al bebé para la vida después de que nazca. Por eso, las experiencias sonoras de tu vida diaria, mientras cocinas o el ruido de los coches cuando salgas a caminar, harán que se familiarice con ellos tras el nacimiento.

A este respecto, un estudio sobre la exposición prenatal a la música de la madre afirma que esta influye significativa y favorablemente en el comportamiento neonatal.

11. Realiza actividad física

Si el embarazo es normal, realizar ejercicio físico potenciará la salud y el bienestar, de la madre y el feto. Dicha actividad contribuye a aliviar el dolor, a reducir el peso gestacional y a aumentar los niveles de actividad física de la embarazada, según lo afirma esta revisión del tema publicada en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health.

La estimulación prenatal puede iniciar el primer día de embarazo hasta el del alumbramiento, siempre y cuando cuente con la autorización del médico. Dicha estimulación permite la ejecución de ejercicios localizados en las zonas del cuerpo más vulnerables durante el embarazo.

En ese sentido, resulta ideal para atender afecciones usuales como dolores de espalda, molestias debajo de las costillas, caída de los hombros hacia adelante. Igualmente, la madre aprenderá a trabajar ejercicios que pondría en práctica en el parto.

El feto se beneficia de estas prácticas porque se elevan los niveles de oxígeno en la sangre, mejora el metabolismo y se incrementan las sensaciones de placer.

Beneficios de los ejercicios de estimulación prenatal

Estudios como este sobre los efectos de la estimulación temprana en el periparto, publicado en la revista Nutrición Hospitalaria de Madrid, demuestran que dicha estimulación acelera los procesos fisiológicos y contribuye a la relajación durante el trabajo de parto.
En otras palabras, favorece la síntesis de oxitocina, la hormona del amor, la cual se libera antes, durante y después del alumbramiento.
El uso de estimulantes emocionales positivos repercuten en tranquilidad, alegría, entusiasmo, estimulación del ego, y en mejora del estado nutricional de la gestante.
Madres y padres que se involucran en la estimulación prenatal de sus bebés, tienen un vínculo afectivo mucho más fuerte y estrecho con sus hijos. Por eso tómate el tiempo que necesites para estimular y comunicarte con tu pequeño durante el embarazo, merecerá la pena.