Mamá, vete: las primeras señales de independencia

Mamá, vete: las primeras señales de independencia
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2020

Las primeras señales de independencia de tu hijo van a escandalizarte, te sacarán una sonrisa, te harán sentir orgullosa, o te pondrán melancólica. Después de haber llevado a esa criaturita en tu vientre durante tantas semanas, parir con dolor, bañarla, amamantarla, dormirla, cargarla y cuidarla con tanto esmero, que de pronto te haga ver: “ya no te necesito”, puede hacerte aflorar disímiles emociones.

El crecimiento de un hijo es parte de la vida, de hecho, hace más maravillosa la existencia de una mujer, y aunque realmente una madre nunca está preparada para escuchar:

  • ¡Mamá, vete!
  • ¡Déjame solo!
  • ¡No vengas!
  • ¡Quédate ahí!
  • ¡No me sigas!

Resulta imprescindible prepararse para ese momento que, más temprano que tarde, va a llegar.

Señales de independencia con 2 años de vida

Entre finales del primer año de vida y principios del segundo, los niños comienzan a dar muestras de lo independientes que serán.

A esta edad, lo hayas estimulado o no, es probable que tu hijo quiera comenzar a coger la cuchara para llevarse la comida a la boca.

Como no sabe hacerlo bien, es lógico que no pueda alimentarse y continúe necesitando de tu ayuda; sin embargo, es en ese interés por comer solo, cuando te estará dando las primeras señales de independencia: vestigios que deberás aprovechar y estimular para que tu hijo venza uno de los más importantes logros de su desarrollo: el de comer solito.

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Señales de independencia entre los 2 y los 3 años de vida

Los niños, como les gusta decir a muchas madres, son esponjas que recogen toda la información que tienen a su alcance.

Gracias a esa necesidad por copiar a los adultos de su especie y actuar como ellos, es que sienten el interés de hacer las cosas por sí mismos, y se lanzan hacia una verdadera “metamorfosis” encaminada hacia el alcance de su autonomía.

 

De bebé, tu hijo lloraba cada vez que su juguete más preciado caía lejos de él. Sabía que, al llorar, mamá o cualquier otra persona, iba a atender su pedido.

Sin embargo, a medida que el cerebro de tu hijo y sus capacidades psicomotoras comenzaron a desarrollarse, advirtió que él también podía alcanzar el juguete, nada más necesita echarse hacia adelante y gatear para ir en busca de su premio.

Entre los 2 y los 3 años de vida el bebé que una vez necesitó a tiempo completo de su madre ya no está más. Ahora crías a un niño que quiere ser grande, sentirse libre y disponer de sí mismo tal y como hace el resto de la gente.

Con esta edad puede que tu hijo elija la ropa que desee ponerse para ir a la guardería y hasta te explique por qué no le gusta este u otro short.

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Señales de independencia con 3 años de vida

Si tu niño ya cumplió 3 añitos se siente todo un hombre.

Al llevarlo al parque de diversiones querrá que no le andes cayendo atrás. Puede que te pida que lo esperes en algún sitio para tener la oportunidad de ir en busca de amigos con los que divertirse.

Aspirará a correr y trepar por su cuenta como si fuera un niño mucho más grande. Pero claro, este no será momento para dejarlo completamente solo.

Aun cuando debes darle cierta libertad para que vaya caminando un poco alejado de ti, no debes perderlo de vista, porque el niño-hombre que tienes, probablemente, se caiga y comience a llorar apenas haga su primera hazaña.

Tu niño también se soltará de tu mano para subir las escaleras, caminar por la acera o corretear en la playa. Estas señales se acentuarán más cuando descubra a un “público” que lo aplauda y alabe por su independencia.

Mamá, vete: las primeras señales de independencia

Es a partir de los 3 años de vida cuando tu hijo te cambiará por sus amigos, incluso, puede que un poco antes.

A pesar de que adorará que juegues con él y le dé hasta una pataleta si le dices: “Ahora no puedo. Debo hacer la cena”, la insistencia llegará a su fin, y hasta te olvidará por algunos minutos, si algún amiguito viene a jugar con él.

Mamá, las primeras señales de independencia de tu hijo son la muestra más clara de que él va creciendo y necesitando apoyo, confianza y un entorno libre de peligros, para actuar por su cuenta.


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