¡Ay mi bebé, ya te empezaron a salir los dientes!

¡Ay mi bebé, ya te empezaron a salir los dientes!

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 19 marzo, 2020

Últimamente Samuel ha estado muy irritable, llora mucho y a menudo se lleva las manos a la boca. Cuando su madre lo mira se derrite de ternura y algunas veces de impotencia al ver que el niño hace pucheros. Ella lo toma entre sus brazos y mientras lo consuela, piensa en voz alta: !Ay mi bebé, ya te empezaron a salir los dientes!

Samuel tiene tres meses de nacido y entre los 3 y 7 meses la edad en la que empiezan a aparecer los primeros dientes, aunque hay niños cuya dentición comienza un poco antes, cuyo caso podría considerarse precoz y, a otros que les salen más tarde, hasta que cumplen un año de edad, cuyos casos se constituyen como una dentición tardía.

En la casa de Samuel sobran las atenciones para él y sus padres han tratado de hacerle el proceso de dentición más llevadero, sin embargo esta pequeña y amada criatura no hace más que llorar y sentirse fastidiado porque los dientecitos le rompen sus delicadas encías.

Al bebé de tres meses de edad, como a la mayoría de los niños, le empezaron a salir los dientes del maxilar inferior que son los primeros en aparecer.

Ya tiene un par de dientes de leche y además del dolor que estos maxilares produjeron en la encía inferior, la cual rompieron al salir, este nuevo par de dientes dañan un poco las encías superiores que ahora se rozan con un par de nuevos inquilinos que hacen presión sobre ella, por lo que el malestar de Samuel se ha incrementado.

Como él aún es un bebé y no sabe hablar, no conoce otra manera de expresar el malestar que siente que a través del llanto.

Niño que le salen los dientes

Su caso no es atípico, son muy pocos los niños que pasan por la etapa de dentición sin expresar ningún tipo de dolor. Los nuevos dientes de casi todos los niños vienen acompañados de síntomas de malestar, y la irritabilidad del infante es evidente hasta en su rostro, pues ahora además de hacer pucheros se le nota un tanto mal encarado.

Samuel, como todos los niños que pasan por el proceso de dentición, demuestra síntomas de esta etapa como  llorar más de lo que solía, estar irritable y babear mucho. Además él, como muchos bebés, por instinto constantemente se lleva sus manos a su boca en búsqueda de alivio.

¿La llegada de los dientes puede acarrear fiebre? 

Antes del proceso de dentición serán pocas las veces que veas que tu hijo tenga sus manitas en la boca, por lo tanto, ahora que los dientes están empezando a salir, la vigilancia con respecto a la higiene del bebé debe incrementarse, pues en esta etapa es muy común que use sus manos o cualquier objeto que tenga cerca para rascarse las encías o morder algo para clamar su dolor. Hay quienes piensan que el surgimiento de los dientes trae consigo síntomas como fiebre o vómito.

No obstante, es importante aclarar que según han explicado cientos de pediatras, los niños más allá de enfermarse porque sus primeros dientes empiezan a aparecer, comienzan a padecer fiebre o a vomitar por la regularidad con la que llevan gérmenes a su boca a través de sus manos o de los objetos con los aliviar el dolor que sienten durante el proceso de dentición.

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El Dr. William Sears, quien es pediatra y autor del libro The Baby Book, piensa que la dentición provoca la diarrea y también un poco de dermatitis de pañal, causada porel exceso de saliva del bebé que llega a sus intestinos, lo cual deriva en heces blandas.

Sin embargo, si tu hijo tiene una temperatura rectal de 101 grados Fahrenheit, 38.3 grados Celsius, o más y también tiene síntomas como letargo o flojera, falta de apetito, vómito o diarrea, llama a tu médico de confianza para descartar una enfermedad más seria. Este médico también sostiene que la inflamación de las encías puede resultar en una fiebre baja (una temperatura rectal inferior a 100.4 grados Fahrenheit, o 38 grados Celsius).

Otros pediatras no están muy de acuerdo con esta teoría y afirman que no hay relación entre los síntomas y la aparición de sus primeros dientes. Unos de los detractores de la teoría anterior son los integrantes de la Academia Americana de Pediatría, cuyos asociados creen que la fiebre y la diarrea no son síntomas normales de la dentición.

Los dientes de Samuel han encontrado aliados

Laura, la mamá de Samuel, además de consolar a su bebé con amor, ha puesto en práctica algunos trucos que sencillos que pueden ayudar a cualquier madre y bebé que pasen por el proceso de dentición. Ella le ha dado suaves masajes a las encías de Samuel para calmar su dolor. 

Antes de hacerlo se asegura de que sus dedos estén bien limpios y usa algunos de los productos disponibles en el mercado para ayudar al niño con el dolor que deriva de la llegada de los dientes. También le compró un mordedor, cuyo material y forma responde a sus gustos y necesidades, así como tú puedes elegir el tuyo de acuerdo a los tuyos.

El que Laura eligió para Samuel se pone en la nevera (nunca en el congelador) y es ideal para que el niño lo muerda. Pero este no es el único consejo que ha seguido, otras veces cuando no tiene a mano el mordedor le ofrece un paño o trapo que ha colocado previamente en la nevera, pues tanto el mordedor como los paños fríos alivian el dolor provocado por la salida de los dientes.

Hay más trucos que puedes usar a favor del alivio de la dentición de tu bebé, por ejemplo si tú hijo ya come sólidos, también le producirá alivio comer alimentos fríos como el helado, el yogur y las galletas creadas especialmente para la dentición, solo vigílalo con atención para evitar que no se ahogue con una galleta.

Si con estos métodos aún no logras calmar sus molestias, consulta con tu pediatra para que pueda recetarte paracetamol (acetaminofén) infantil para aliviar el dolor, él te dará a conocer la dosificación correcta, pues no es recomendable darle acetaminofén a un niño menor de 2 años sin consultar previamente a su médico.

Y por último y no menos importante nunca le des a un niño aspirina, el uso de aspirina en niños está asociado con el Síndrome de Reye, una condición médica rara pero peligrosa o fatal.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.