5 recursos didácticos de preescolar para llevar a casa

Existen recursos didácticos que se usan con los niños en preescolar, que se pueden utilizar en casa para potenciar su conocimiento y sus ganas de aprender.
5 recursos didácticos de preescolar para llevar a casa
Jose Padilla

Revisado y aprobado por el psicólogo Jose Padilla.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 enero, 2023

La educación en los niños más pequeños es muy importante, porque en esta etapa están prestos a absorber casi cualquier conocimiento. Sin embargo, para planificar las actividades educativas en casa a través de recursos didácticos de preescolar, es preciso considerar que ellos necesitan motivación para activarse en estas tareas, por lo cual deben estar diseñadas de acuerdo a su edad y ser muy atractivas.

En este sentido, sabemos que las maestras tienen la formación necesaria para saber cómo trabajar con los niños, pero cuando estos llegan a la escuela, deberían haber recibido cierta estimulación en el hogar. Este período sirve para prepararlos con respecto a su potencial ingreso a la escuela, razón por la cual el conocimiento de algunas herramientas puede ser muy útil.

5 recursos didácticos llevados desde el preescolar a la casa

Podríamos apoyar en gran medida a nuestros niños si implementamos algunas de las herramientas que se realizan en la escuela, pues hacerlo les ofrecerá cierta ventaja cuando estén con sus maestros. Desde casa podemos ayudarlos a identificar los colores y las formas, también a desarrollar su capacidad motriz y a relacionarse con los conceptos de la etapa preescolar.

Para contribuir a su desarrollo educativo, recomendamos llevar a casa al menos los siguientes cinco recursos didácticos que te ofrecemos a continuación. Recuerda que son actividades sencillas y lo que importa es hacerlo con motivación para que los niños disfruten mientras aprenden.

1. Rompecabezas

Este recurso es básico y fácil de realizar en casa o de obtenerlo, también es sencillo de utilizar y de explicárselo a los niños. De acuerdo a la etapa de su desarrollo, este instrumento lúdico puede ser realizado a partir de cualquier imagen, pero esta debe ser pequeña, de piezas grandes y pocas cantidades, de tres a seis cortes está bien.

Para aplicarlo, se buscará estimular al niño para que forme una imagen a partir de los fragmentos, invitándolo a que imagine algo; o a que forme la figura que vea como referencia. Es recomendable que sean imágenes sencillas, fáciles de reconocer por el niño, de colores vistosos y contornos bien delineados.

Los rompecabezas pueden mejorar las habilidades espaciales de los niños. En un estudio, se observó que los niños que jugaban con rompecabezas se desempeñaban mejor en una tarea espacial que involucraba transformaciones mentales de formas 2D.



2. Clasificación de colores y formas

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Para clasificar figuras de acuerdo a la forma o el color, se debe tener un mínimo de conocimiento. Según una investigación que aborda los criterios de clasificación de los niños, es el color y el tamaño lo que más rápido identifican.

Si bien a los adultos nos parece simple, para un niño llegará a ser todo un reto. Por eso, si le enseñamos esto en casa, habrá ganado una destreza muy útil para su etapa escolar. La actividad se puede realizar de diferentes maneras, aunque son aconsejables las figuras geométricas de colores.

«Mediante el método Montessori se muestra que la adquisición de conceptos usando formas geométricas es mucho más exitosa que cuando los niños reciben educación tradicional».

Naturalmente, tenemos la opción de comprar los juegos ya hechos, pero si los fabricamos en casa con los pequeños, ganamos un tiempo de formación con el niño. Se debe elaborar de cinco a diez figuras geométricas, cada una de un color diferente; sugerimos piezas grandes de cartón. Por ejemplo, dos círculos, uno azul y uno rojo; las figuras repetidas deben tener colores diferentes.

Para aplicar este recurso, se le pide al niño que clasifique las figuras, bien por su forma, por su color o por la cantidad de cada una. De igual modo, se le pide que las ordene en secuencia, algo útil para el desarrollo del lenguaje y las ideas matemáticas.

3. Dados

Los dados son un recurso multifacético, son sencillos de utilizar y resultan entretenidos para los niños. Comprados o elaborados en el hogar, dependiendo de sus características, serán utilizados para enseñar lenguaje, asociación de colores y números; además contribuyen al desarrollo motriz del pequeño.

Estos son cubos de un tamaño proporcional a la mano del niño, y de fácil visualización. Los hay de puntos, formas, texturas, colores y vocales; con características similares en cada dado. Es decir, un dado cuyos seis lados sean de un color diferente, otro que en cada lado tenga una vocal, los tradicionales dados de puntos del uno al seis o también mostrar números.

El propósito de este recurso es que los niños aprendan a asociar el lenguaje con los elementos que perciben. Mientras desarrollan su capacidad motriz al lanzar el dado, reconocen cuando es rojo o es seis, por medio del lenguaje que la madre utiliza para identificar en qué posición quedó el dado.

En niños que ya son capaces de jugar juegos de mesa como el parqués, el empleo de dados numéricos puede promover sus competencias numéricas, así lo señala un estudio publicado en Experimental Child Psychology. 

4. Dominó

Este material didáctico es muy versátil. Al igual que los dados, brinda oportunidades para que el niño comience a asociar muchos elementos del lenguaje, su entorno e ideas matemáticas. Consiste en hacer coincidir imágenes que son iguales, ya sea en textura, figura, color o número.

Existen los dominós con imágenes de frutas, figuras geométricas, personajes divertidos o solo de colores. La aplicación de este material se enfoca en el reconocimiento de las piezas que deben ser 28 partes, y su tamaño debe estar de acuerdo al desarrollo motriz del niño.

5. Cubo Montessori

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La metodología de María Montessori, de la que da cuenta esta investigación publicada en la Universidad de Valladolid, es un elemento educativo diseñado para favorecer el desarrollo del niño en diferentes etapas. Para aplicarla al cubo, los especialistas se basan en que el aprendizaje viene de la observación, la experimentación y la adaptación al contexto.

El elemento concreto en el que se basa esta propuesta, el llamado Cubo Montessori, varía de acuerdo a la etapa de desarrollo del pequeño, en este caso se trata de un dado en cuyos lados tiene modelos para atar, cerrar, abrochar, destapar, entre otras prácticas que le ayudan a activar su habilidad motriz. Además le proveen destrezas para que el niño pueda desenvolverse mejor en la cotidianidad.

En una investigación sobre el juego para mejorar el desempeño en las actividades diarias, leemos que el referido cubo trabaja en el niño su «habilidad y coordinación motriz, su sentido del tacto, su percepción visual mediante los atractivos colores, su curiosidad exploratoria para descubrir las diferentes actividades que hay en cada uno de sus lados y su habilidad para vestirse».



Los recursos didácticos en la edad preescolar, nexo entre el juego y la realidad

El objetivo de estas herramientas es motivar la actividad del niño y cuantas más posibilidades ofrezca de uso e interacción, más le interesará y atraerá su atención. Los objetos estáticos lo desaniman, mientras que los recursos que ofrecen diversas formas de ordenar y combinar los mantienen activos y emocionados.

Transmitir experiencias a través del juego y los sentidos, tocar, sentir, escuchar, ver y oler, es esencial como parte de las características o cualidades de los componentes educativos. Con imaginación, naturalidad o diseño especializado, tienen el propósito de ofrecer ventajas para hacer más efectivas las distintas enseñanzas.

El mercado ofrece diversidad de recursos didácticos, sin embargo una caja de los tesoros hecha en casa se convertirá en un universo para la despierta curiosidad del pequeño en su etapa preescolar.


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